La primer mujer piloto en pilotear un Avión F5 de la Fuerza Aérea Mexicana es la teniente Karen Vanesa Velázquez Ruíz, quien forma parte del Escuadrón 401.

”Mi primer vuelo ha sido la mejor experiencia de mi vida porque es algo diferente a lo que yo había vivido con anterioridad”.

La teniente, en entrevista a Capital Media, señaló que desde pequeña le llamo la atención las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana.

”Desde que iba a la primaria me llamó la atención por un desfile militar del 16 de Septiembre, en donde vi pasar volando los aviones F5 y escuché que hablaban de los pilotos aviadores de la Fuerza Aérea”.

Karen Vanesa destacó que una vez que concluyó sus estudios de preparatoria, insistió a su familia para ingresar al Colegio del Aire, al principio había esceptisismo porque estaría lejos de la familia.

Sin embargo, las ganas y el entusiasmo de Karen, pero sobre todo la firme idea de ser piloto aviador, llevó a su familia a apoyarla en su sueño de surcar los cielos.

Para graduarse, Karen Vanesa tuvo que cumplir con el adiestramiento militar y la capacitación necesaria para ser piloto, además completó el número de horas vuelo requerido.

”Obviamente implica demasiada responsabilidad, concentración en lo que estás haciendo en el momento que lo estás haciendo, son tomas de decisiones pero al final de cuentas, es algo muy padre”.

La teniente es originaria de la Ciudad de México, cuenta con 10 años de Servicio y acumula ya 660 horas de vuelo, y ha piloteado otras aeronaves, destacando las aeronaves Casa-295 y Kingair.

”Volé 120 horas de Casa-295 que es un avión de transporte mediano de pasajeros, así como Kingair volé 250 horas que es un avión de transporte de pasajeros pero es ligero, y actualmente vuelo F5”.

Según nos revelo la teniente Velazquez Ruíz, los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana reúnen diversas cualidades, aptitudes así como destrezas, lo que les permite enfocarse al tipo de aeronave que pueden pilotear.

Las agallas de la piloto, para superarse, le permitió integrarse al escuadrón 401 de la Fuerza Aérea Mexicana, donde las unidades aéreas son los supersónicos F5.

”Este avión es el único avión de combate en México, requiere un adiestramiento especial, al igual que el resto de las aeronaves, pero pues con la práctica se va desarrollando la habilidad y la capacidad de poder pilotearlo”.

Los aviones F5 de la Fuerza Aérea Mexicana, llegaron a México en 1982, sin embargo el personal especializado para su mantenimiento los mantiene operando, en óptimas condiciones, para la salvaguarda del Espacio Aéreo Nacional.

”Este avión es un peleador táctico multipropósito, sus misiones principales son la vigilancia aérea, la intercepción aérea, el combate aire-aire y el combate aire tierra principalmente”. agregó la teniente.

Entre las principales características de estos pájaros de acero, se encuentran:

Una autonomía de vuelo de una hora diez minutos, un radio de acción de 463 Kilómetros, su techo de servicio es de 15 mil 850 metros, su velocidad de crucero es de 550 kilómetros por hora; sin embargo, tiene la capacidad de romper la velocidad del sonido a más de mil 200 kilómetros por hora y puede ser artillado con diversos calibres.

”Es un avión a reacción puede alcanzar la velocidad del Sonido, por lo tanto necesitas tener habilidad, conocimiento y sobre todo, actuar más rápido pensar, por adelantado, siempre, pensar, anticipar lo que vas a hacer, tiene su grado de dificultad, pero nada que no se pueda dominar con la práctica”.

A sus 29 años de edad, la joven piloto requiere 40 horas de vuelo de práctica para convertirse en la primera comandante mujer del escuadrón Aéreo 401.

”Para mí es una gran responsabilidad, ser la primera Mujer en México, en volar un avión de combate, es una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo me siento orgullosa, me siento, bien y estoy trabajando para ser un buen papel”.

Curiosamente el 10 de Febrero -fecha en que se celebra la creación de la Fuerza Aérea Mexicana- es cumpleaños de la teniente, lo que para ella es un buen augurio en su carrera.

”No sé yo creo que ya estaba yo destinada para esto, para mi es una buena señal un signo de que para eso estoy hecha, y `pues aquí estoy echándole ganas”.

Antes de abordar uno de estos pájaros de acero, la teniente nos mostró parte de su equipo, entre ellos un traje adicional antigravedad.

”Este traje, el objetivo de que con las fuerzas de gravedad contra en el vuelo este traje va conectado dentro de la aeronave, y cuando se aplican fuerzas de gravedad se infla, por dentro trae unas vejigas, que se inflan con aire”.

Se coloca también un paracaídas especial, por si hubiera que abandonar la nave, y su casco con mascarilla de oxigeno, como todo piloto antes de abordar se realiza una inspección de rutina.

”Hacemos una inspección exterior rutinaria y posteriormente entramos a la cabina para hacer una inspección interior y comenzar a hacer pruebas”.

Por seguridad de la tripulación, nadie que no sea el piloto o comandante de la aeronave se puede acercar.

Una vez listo y con la autorización correspondiente, de la torre de control de la Base Aérea de Santa Lucia, en Tecámac, Estado de México, se traslada el F5 por la plataforma de rodaje hasta la pista, de aproximadamante 2 mil 500 metros de largo, para despegar con una velocidad aproximada a los 300 kilómetros por hora y surcar así el espacio aéreo mexicano.

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