Confían dos mil empresas norteamericanas en México

Con un intercambio comercial de 350 mil millones de dólares, sólo de exportaciones de México a Estados Unidos, y un promedio mayor a dos mil empresas estadounidenses, que llegaron y se expandieron en este país a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se logró consolidar lo que hoy es la plataforma comercial más poderosa de la región.

Propuesta, sobre la cual, Donald Trump sólo tiene una visión parcial y errónea que supone que los beneficios del acuerdo comercial sólo han sido en favor de México.

Francisco Lelo de Larrea, subdirector de investigación económica del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) en entrevista con CAPITAL MÉXICO, reconoció las bondades y debilidades del acuerdo comercial.

Insistió en que el TLCAN “no debe ser renegociado, sino fortalecido”, Trump debe entender que “México y EU en términos de comercio somos primordialmente complementarios más que competidores”.

Así, a 23 años de haber suscrito dicho acuerdo, según estadísticas, el comercio exterior de México con Norteamérica aumentó más de 600 puntos porcentuales.

Un análisis de Banco Base cuando el TLCAN cumplió 20 años, reveló que aun cuando se dinamizó la economía, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció a un ritmo de 2.3 por ciento cuando su potencial es de al menos 5.5 por ciento.

El análisis apunta que la gran ganadora ha sido la industria automotriz, así como la maquiladora, esta última incluso, al cumplir dos décadas registran un crecimiento acumulado de 223 por ciento y crecimientos de seis puntos porcentuales en promedio cada año, representando 95 por ciento de las exportaciones no petroleras.

Tras el TLCAN, comentó Lelo de Larrea, llegaron de Estados Unidos, grandes empresas globales y medianas, además de comercializadoras como Walmart y Cotsco; además de la revolución por el ingreso de Microsoft, Apple y Amazon.

Necesario, convencer a Trump

En este contexto, las temerarias declaraciones de Donald Trump de salirse del TLCAN o renegociarlo, cuando tome posesión como presidente, causaron “incertidumbre”.

“El TLCAN nos funciona como región no como países que compiten, como países que se complementan para exportar al mundo”.

Por otro lado, los argumentos de Donald Trump para no querer el TLCAN se deben a que él considera que su país ha perdido empleos a raíz del acuerdo.

Pero Francisco Lelo de Larrea sostiene: “no comparto esa afirmación, porque lo importante es que el comercio genere eficiencia, y ello se traduce no sólo en más empleos en los dos países, sino en más poder adquisitivo, porque esa eficiencia se traduce en menores precios”.