Perfilan primera autopista energética para 2020

 

La obra irá de Oaxaca a la CDMX y dará luz a 16 millones de hogares


Siemens presentó el primer proyecto de autopistas energéticas con tecnología HVDC, que irá de Oaxaca a la Ciudad de México y cuya inversión estimada alcanza mil 700 millones de dólares y entrará en operación en 2020.

La energía se transportará a través de cables de alta tensión por una distancia de 600 kilómetros lineales con tres mil megawatts de corriente directa de alto voltaje.

Alejandro Preinfalk, vicepresidente de Energy Management, Building Technologies & Mobility, de Siemens, resaltó que esta primera línea de transmisión eléctrica, en la que la firma busca participar cuando se licite, alumbraría poco más de 16 millones de hogares.

Además, la autopista detonará en 20 por ciento la industrialización y el crecimiento económico en las zonas por donde pasará, resaltó el directivo de la compañía.

Explicó que mediante la tecnología HVDC, las plantas energéticas compuestas por cientos de turbinas de viento pueden ser conectadas a redes de energía en tierra firme de manera segura, confiable y sin daños ambientales.

El proyecto de la primera línea de transmisión de corriente directa de alto voltaje llevará electricidad creada con el viento de Oaxaca a la Ciudad de México y su Zona Metropolitana.

Hoy, la tecnología de Corriente Directa de Alto Voltaje (HVDC, por sus siglas en inglés) favorece la eficiencia energética y la fiabilidad de las redes y es la más revolucionaria para la distribución de energía a los consumidores del mundo.

Uno de los retos más importantes para el sector eléctrico es incrementar la eficiencia, disponibilidad, confiabilidad y seguridad de los sistemas por medio del despliegue de redes eléctricas inteligentes, reduciendo las pérdidas.

El Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018 estima desarrollar siete autopistas de transmisión eléctrica con tecnología de Corriente Directa de Alto Voltaje y se tiene planeado aplicar una inversión de 22 mil millones de pesos.

Ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Shanghai reciben enormes volúmenes de energía eléctrica que son transportados por cables de alto rendimiento a través de miles de kilómetros con un nivel de pérdida e impacto ambiental bajo y en tiempo real.