Presionan EU y Canadá para elevar reglas de origen

 

Jerry Dias detalla que pretenden aumentar el porcentaje de 62.5 a 70


Como parte de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) celebradas en la Ciudad de México, las reglas de origen, así como el contenido local para el intercambio de productos sin arancel se han convertido en uno de los focos de la discusión, sobre todo en el ramo automotriz.

La delegación canadiense apuesta por elevar el porcentaje de 62.5 a 70, dijo Jerry Dias, líder de Unifor, el sindicato privado más importante de ese país.

“Deben cambiar muchas cosas para que el incremento en las reglas de origen signifique algo, lo que hoy significa es una continua migración de empleos”, afirmó durante la tercera jornada de la ronda en México.

El aumento ha sido un tema de insistencia por parte de Canadá, y al sentarse a la mesa, Dias no duda en que la delegación estadounidense brinde su apoyo.

“No hay duda de que Estados Unidos quiere incrementarlas, yo no veo que esto lastime a ninguno de los países, para las compañías se trata de beneficios, pero debemos de concentrarnos en la gente antes que en las ganancias”.

Al preguntarle acerca de la especulación de que el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, desea incluso llevar más allá de 70 por ciento este rubro, respondió no poder confirmar la sentencia; “es muy parecido a lo que yo sostengo”, dijo. EU no ha hecho declaración alguna en relación al tema.

Un cambio así toma tiempo en acordarse, expresó al respecto Federico Serrano, presidente de Index, y parte del equipo asesor del “cuarto de junto”.

“Se tiene que analizar afectar así de forma automática las reglas de origen, no es cosa sencilla, esas pláticas son las que se van a tener, va a ser una de las mesas en donde vamos a estar participando con los negociadores”.

La intención de lo que estipula el Anexo 401 del actual tratado, es asegurar para los miembros las ganancias del libre intercambio comercial, al impedir que países externos se conviertan en proveedores de insumos, o de autopartes (en el caso del sector automotriz), relegando al mínimo su participación en cada producto terminado.

Las cadenas de valor que se han construido a lo largo de 23 años para cumplir con este mandato han beneficiado a México, que ahora tiene la capacidad para dotar las demandas de su creciente industria en los tres niveles de proveeduría, Tier 1, que agrupa la terminación más compleja de componentes, que se abastece; de Tier 2, que origina elementos susceptibles de ser incorporados a una manufactura final, y Tier 3, la rama más baja de terminación, en su mayoría insumos sin procesamiento alguno.

Pese a que el nivel de consolidación mexicano es significativo, aún importa ciertos suministros (sobre todo en Tier 3) para satisfacer a las grandes industrias que operan en su territorio. De elevarse el contenido local, necesitaría modificar sus cadenas y repensar en cómo obtener lo que ya no le estará permitido incorporar desde el extranjero.

La estrategia de los industriales mexicanos antes del diálogo era defender ese 62.5, ahora deberán recalcular de enfrentar una presión entre sus contrapartes comerciales.