Amistades tóxicas, aléjate de ellas

 

Este tipo de relaciones influyen en valores, creencias y estilo de vida


Amistades tóxicas, aléjate de ellas

Aunque el concepto de amistad está relacionado con un lazo afectivo personal, puro y desinteresado, el término suele tornarse negativo cuando no se cuentan con ideas claras y/o personalidad propia, es entonces que la noción de “amigo” puede llegar a ser tóxica y nociva.

Al respecto, la neuropsicóloga y catedrática en la Universidad Iberoamericana (UIA), Laura Cecin Vázquez, explicó que las amistades nocivas son aquellas “relaciones no sanas y principalmente negativas”.

Abundó que dentro de la psicología social existen factores que pueden determinar las tendencias que acercan a una amistad tóxica, elementos primordiales que hacen que uno se fije o escoja amistades que no son exactamente sanas para la vida.

Cuando una relación empieza a ser tóxica pierde parte de su carácter amistoso. Las amistades tóxicas pueden deberse a varios motivos: envidia, egoísmo, dependencia emocional, falta de empatía.

Estos son algunos factores en los que se debe poner atención para liberarse o salir de una amistad, relación nociva o tóxica:

1-. El sesgo a lo negativo

Lo cierto es que son amistades muy influyentes, cuyas actitudes, principalemente negativas, desgastan de una u otra forma la manera de pensar, generando asimismo, sentimientos negativos.

Es decir, propician que lo dañino tenga más influencia en el deseo de conocer a otras personas con este tipos de particularidades.

“Entre más negativa la característica o el defecto que nos hable de esa persona nosotros tendemos a querer conocerla más”, aclaró Cesín.

2-. Tendencia a pensar demasiado

Este tipo de personas intervienen demasiado en las decisiones entorno a las amistades y relaciones sociales. Llevan a tomar resoluciones que más tarde se puedan lamentar; incluso provocan que muchos juicios respecto de las actitudes influídas por esta persona sean poco importantes.

“Esto lleva al individuo a una confusión, ya que las investigaciones dicen que cuando se piensa demasiado en las razones del porqué tenemos una relación, se tiende a confundir más y entonces tomar razones simples que llevan a tener relaciones no tan sanas”, explicó.

3-. Pensamiento contrafáctico

Se refiere cuando se piensa en lo que podría ser con la esperanza del cambio, por lo que no se puede evitar formular los conocidos “¿Y si..?” ¿Y si le hubiera dicho que no?

“Esta experiencia de imaginar mejores resultados de los que se están obteniendo lleva a obsesionar y generar a una dependencia no sana”, detalló la experta.

En muchas ocasiones no se sabe cuándo se necesita ayuda psicológica, por las relaciones tóxicas, y se piensa que se poseen las herramientas y capacidades necesarias para solucionar los problemas. Hay veces que esto es suficiente, pero en muchas ocasiones no se llega a conseguirlo, y se puede estar meses y meses intentándolo sin conseguir ningún cambio.

“Se puede llegar a tener esta tendencia de buscar aquello que no está aportado e intentar cambiarlo, aunque muchas veces no se tenga éxito”, dijo.

Posibles consecuencias

La neuropsicóloga de la Universidad Iberoamericana refirió que las amistades tóxicas pueden ser muy perjudiciales ya que influyen en el comportamiento, actitudes e incluso en los valores, creencias y estilo de vida.

“Pueden llegar a que se deje de ser funcional para la sociedad o en el medio en el que se desenvuelve, por lo tanto, traen consecuencias a nivel físico, fisiológico, social y entorno familiar, además de consecuencias mentales importantes”, apuntó.

Por lo anterior, explicó, que puede haber obsesiones con una persona o con ciertas conductas que propician la interacción con la amistad.

Por su lado, el Centro Vida y Salud coincide que la estar involucrado en una amistad tóxica, puede afectar el estado de ánimo, la autoestima e influir negativamente en la manera de ver los eventos que suceden a diario en la vida de cualquier persona.

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