Bosques, máquina contra el drama climático

 

Una de las herramientas para revertir daños ha residido en los árboles


Bosques, máquina contra el drama climático

Los bosques abastecen de agua limpia, aire, alimentos y capturan dióxido de carbono, además de que son el hogar de más de la mitad de las especies terrestres, de ahí la importancia de su conservación.

Los sitios poblados de árboles y matas representan ecosistemas indispensables para la conservación de la vida, y una de sus principales funciones es constituir una maquinaria natural para la captura y almacenamiento de carbono, lo que contribuye a la mitigación del cambio climático.

Una de las mejores herramientas que tiene la humanidad para luchar contra este flagelo está en los árboles.

Sin embargo, puede que los contaminantes que se están enviando a la atmósfera sobrepasen la capacidad de absorción de los bosques del mundo.

Los bosques absorben un poco más de CO2 porque ese es su principal nutriente. Pero no se sabe cuánto más podrán absorber y si podrán hacerlo indefinidamente.

En 2013, por primera vez en la historia, el mundo alcanzó 400 partes por millón en promedio de concentración atmosférica de gases de efecto invernadero, los que contribuyen al incremento en la temperatura mundial y que son generados por la actividad humana.

Desde hace 400 mil años el nivel de CO2 en la atmósfera se había mantenido por debajo de las 300 partes por millón. En 1950 esos niveles aumentaron de manera exponencial, lo cual no se ha detenido.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), de seguir con el mismo patrón, para 2050 la concentración podría ser de 550 partes por millón, lo cual podría elevar la temperatura mundial en dos grados en promedio.

La deforestación hace que haya cada vez menos bosques capaces de absorber los crecientes niveles de contaminantes en la atmósfera.

Incluso si la humanidad dejara de emitir gases contaminantes el día de hoy, los efectos tardarían 40 años en notarse en cuanto a una disminución de la temperatura, según científicos del OMM.

Labor en México

En México, julio es el Mes del Bosque. De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) el objeto de la celebración de la Fiesta del Bosque es enaltecer las funciones de estos ecosistemas; divulgar y realizar métodos de protección y aprovechamiento forestal.

Además de establecer, restaurar y ampliar zonas boscosas y concientizar a la sociedad sobre cómo los árboles intervienen en la vida de los seres humanos desde el ámbito ecológico, social y económico.

Por ello, desde 1959, por decreto presidencial, durante el mes de julio, en México se conmemora la Fiesta del Bosque con diversas actividades en las que participan autoridades federales, locales, así como diversas organizaciones.

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad refirió que existen varios tipos de ecosistemas como los templados, tropicales, subterráneos, terrestres, dulceacuícolas y costeros, entre otros; en tanto que la Conanp conserva al menos 131 áreas naturales protegidas con presencia de estos ecosistemas.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México existen ecosistemas de gran belleza, que acuñan una gran riqueza en biodiversidad, entre ellos los bosques relictos. Los árboles en estos ecosistemas devuelven el agua del suelo a la atmósfera, crean un manto que amortigua la violencia de las lluvias y protege los suelos de la erosión, “son una de las piedras angulares del equilibrio climático”.