El poder de 140 caracteres

 

Unas cuantas palabras en un tuit pueden ser suficientes para encumbrar o sepultar una vida


El poder de 140 caracteres

¿En verdad publicar un tuit; 140 caracteres máximo, puede resultar tan importante para alguien?, de acuerdo con Rafael Gárate, especialista en el tema, esa mínima cantidad de palabras tiene la capacidad, incluso, de acabar con el futuro de una persona.

Al tener a disposición un espacio que a la vez de ser público, brinda la posibilidad de plasmar algunos pensamientos desde el anonimato, Twitter se ha convertido en un juzgado con la capacidad de sepultar o encumbrar a alguien, así sea un renombrado personaje público o, por el contrario, una persona común.

Gárate, autor del libro “El poder de un tweet”, dice que “todos estamos a un tuit de convertirnos en la personalidad del momento, para bien o para mal, como las #Ladies y los #Lords, que por alguna circunstancia trascienden a nivel local o incluso hasta mundial.

“Ese objetivo de trascender, de dejar huella y de comunicar, es lo que hace que la gente tuitee, que busque contenidos interesantes para los demás. Somos vouyeristas de la vida de los demás y Twitter te da esta oportunidad”. De ahí que “cuando encontramos una buena historia, la seguimos.

“Gracias a eso, hay vidas que solucionan algún problema, hay encuentros con familiares perdidos, y es que las redes, aunque tienen un componente negativo, en realidad fueron creadas con el propósito de lograr resultados positivos”, comentó Gárate.

A fin de mostrar las dos caras de la moneda, en su libro, Rafael Gárate cuenta ocho historias que dan un vuelco, ya sea positivo o negativo, pero que cambian por completo el devenir de los involucrados.

Y es que, como apunta el especialista, las redes tienen cosas muy buenas, pero al mismo tiempo conllevan un riesgo, pues absolutamente todo lo que publicamos se queda en internet. “Aunque alguien borre lo que subió, la gente lo puede guardar y nosotros somos los responsables de todo lo que escribimos, pues nunca desaparece de la nube”.

Otra característica es la democracia, o paridad que se vive en las redes: “En las redes sociales todos estamos al mismo nivel, tanto un simple mortal como un gran corporativo”, algo que, por cierto, describe bien en su libro con la historia de cómo se salvó un club de futbol de la quiebra.

Sin embargo, tener tal libertad de expresarse no ha llevado a un uso masivo de la escritura por parte de los millones de usuarios de Twitter, pues esos 6,000 tuits por segundo, o 347,222 por minuto que se publican a escala global, los escribe sólo uno de cada 100 tuiteros, mientras que nueve internautas amplifican esta información, que sólo es leída por los otros 90 usuarios de la red.

En cuanto al tiempo que pasa la gente en esta red social, Gárate apunta que los usuarios de Twitter –que en su mayoría son jóvenes– se meten a ver que está sucediendo en un promedio de cinco a 10 minutos, y lo prefieren a Facebook por su inmediatez; aquí lo que buscan es estar en contacto permanente, pues la red se ha convertido en el centro de atención. Además, “tú puedes ver quién te sigue, sacar info de quién te ve, cuántos son tus followers; es decir, tus seguidores”.

A manera de ejemplificar el enorme poder que son capaces de desatar las publicaciones que se hacen en Twitter, Gárate escogió publicar ocho relatos, que previamente sondeó ya que eran los que mayor interés generaron a la gente a quien se los mostró, y comenzó con el que le motivó a escribir este libro. Historias que muestran todo el poder que una publicación de sólo 140 caracteres es capaz de generar, ya sea para bien o para perjudicar una vida.