Encuentran vestigios arqueológicos prehispánicos en Tláhuac

 

Los basamentos, entre los cuales hay vestigios de un centro administrativo, casas y un canal


 

Vestigios arqueológicos prehispánicos que datan de 1200 después de Cristo que corresponden a la ciudad de Cuitláhuac, fueron encontrados en el centro de la delegación Tláhuac, como parte de las excavaciones que se hicieron para la construcción de un comercio, confirmaron hoy arqueólogos de Instituto Nacional de Historia de Antropología de México (INAH).

Los basamentos, entre los cuales hay vestigios de un centro administrativo, casas y un canal, así como 11 entierros, siete de ellos niños, están ubicados en un lote de 488 metros cuadrados, en la calle Nicolás Bravo 32, del barrio Asunción, a unos metros de la parte trasera del edificio delegacional.

Según los historiadores, en 1222, un grupo de filiación nahua fundó Cuitláhuac —San Pedro Tláhuac en un islote entre los dos lagos, al momento de la Conquista española, alrededor de los lagos se hallaban establecidos los cuitlahuacas, mixquicas y xochimilcas.

El pueblo fue fundado en la época prehispánica en una isla que se conoció como Cuitláhuac, la cual, al parecer, tuvo una ocupación importante en el Clásico Mesoamericano, en una época contemporánea con Teotihuacán.

En el Posclásico Temprano fue ocupado por grupos nahuas y fue sede de un convento dominico durante la Colonia.

En las excavaciones que llevan un 20 por ciento de adelanto, se encontraron además pedacería de utensilios, así como vasijas, ollas, plantos, que corresponden a 1200 años después de Cristo, y objetos de épocas más recientes, como de 1800 después de Cristo.

Los objetos, algunos de cerámica, jade y obsidiana, extraídos hasta ahora son de los de mayor antigüedad de los encontrados en Tláhuac.

Los estudios incluyen análisis de AND, a fin de establecer los vínculos familiares con algunos de las familias que habitan en San Pedro Tláhuac, la cabecera delegacional.

Los hallazgos generaron expectación entre los habitantes del centro de Tláhuac y puso en evidencia la falta de infraestructura museográfica para resguardar los vestigios localizados, lo que motivo el surgimiento de un movimiento ciudadano para buscar como resguardar el sitio y los vestigios encontrados.

Algunos vecinos destacaron que el acervo arqueológico que estaba en los museos delegacionales desapareció, sin que hasta el momento se haya establecidos las responsabilidades penales del caso, ni se ha recuperado los vestigios robados, en especial en los pueblos de San Andrés Mixquic, San Juan Ixtayopan y San Pedro Tlahuac.

“Una ves más nos dan muestra las autoridades delegacionales de su ineptitud e irresponsabilidad para ser custodios del resguardo piezas arqueológicas en museos delegacionales. Los fundadores del Museo Comunitario Cuitlahuac expresamos nuestra más enérgica protesta en contra de este tipo de actos”, comentaron.

Uno de los vecinos indicó que “el robo de piezas arqueológicas es noticia sorda en nuestro pueblo perdiéndose cuanta cosa antigua sea vista con fines lucrativos. todo hace pensar que hay organizaciones dedicadas a esta actividad, que no solo se limitan al tráfico de piezas arqueológicas, sino que también colocaron en su mira a museos, como el de San Juan Ixtayopan y el de San Pedro Tláhuac, ambos administrados por el gobierno delegacional en Tláhuac”.

Quien fuera el responsable del museo de San Juan Ixtayopan, Alberto Cuellar, denunció en su momento que centenares de piezas arqueológicas desaparecieron del museo del pueblo de San Juan Ixtayopan, desde el 2000.

El funcionario, quien desempeñó el cargo por más de cuatro años sin recibir remuneración alguna, explicó que las piezas fueron trasladadas en agosto del 2000 al Museo Regional de Tláhuac.

La desaparición de las piezas fue denunciada por Cuellar desde agosto del 2002 al entonces jefe delegacional, Francisco Martínez Rojo, sin que hasta ahora se haya esclarecido el destino de las piezas.

Según la averiguación previa FSP/TI/144/03-04, las piezas fueron trasladadas al Museo Regional de Tláhuac bajo vigilancia de funcionarios del gobierno delegacional y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

El argumento para su traslado fue la remodelación de las instalaciones del Museo de San Juan Ixtayopan.

En Octubre del 2000, el subdirector de Servicios Culturales, Guadalupe Osorio, aseguró a Cuellar por escrito que el acervo estaba en resguardo del Museo Regional de Tláhuac y que se estaba haciendo un nuevo registro.

Cuellar insistió en agosto del 2002 ante Martínez Rojo sobre la necesidad de esclarecer el paradero de las piezas “extraviadas” sin que haya obtenido respuesta.

En marzo del 2004, la directora general de Desarrollo Social, Patricia Mendoza Mendoza, ex cuñada del ex jefe delegacional, se negó incluso a recibir al denunciante.

Según Cuellar, una de las funcionarias responsables de la desaparición de las piezas es Rocío Mendoza, ex concubina de Martínez Rojo.

La administración de la administración morenista en la demarcación, encabezada por Rigoberto Salgado, convirtió al Museo de San Pedro Tláhuac, en una bodega, sin que se conozca el paradero de acervo que estaba bajo resguardo en sus  instalaciones.

ARMANDO RAMÍREZ – HORTENSIA GUTIÉRREZ

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