Lo que dijo la UNAM sobre armas en escuelas

El menor que disparó contra su maestra y compañeros, para después suicidarse en una escuela privada de Monterrey, Nuevo León, rompió la barrera de las formas tradicionales en que los menores mexicanos usaban las armas, lo cual podría replicarse en otros planteles del país si no se atienden los focos rojos que muestran los estudiantes en su comportamiento, alertó Nelia Tello, experta en temas de violencia en jóvenes, de la UNAM.

Explicó que lo más preocupante es la réplica del comportamiento de jóvenes de Estados Unidos, donde se han registrado masacres perpetradas por estudiantes dentro de las escuelas.

“Antes los niños, si traían armas, era para presumirlas con los compañeros, ahora las disparan”. La experta detalló que un elemento de alarma pueden ser los estudiantes que cambian constantemente de escuela, porque son objeto de exclusión en todos los planteles, lo cual genera elementos que los puedan llevar a la depresión y a este tipo de actos.

De los estudiantes, a nivel general,  sólo 60 por ciento entran a nivel secundaria, de los cuales únicamente 40 por ciento concluyen, esta población también genera alarma.

Tello indicó que en un estudio que hizo en 2014, en más de 3 mil escuelas, el mayor número de hechos violentos se registraron en 11 municipios del país: Ahome y Culiacán, en Sinaloa; Ecatepec y Toluca, en Estado de México; Cuernavaca y Cuautla, en Morelos; Iztapalapa, en la Ciudad de México; Ciudad del Carmen y la ciudad de Campeche; Pachuca Hidalgo y Torreón, Coahuila.

Señaló que, de acuerdo a los estudios que ha llevado a cabo, cada vez hay menos niños viviendo con sus padres: mientras que 64 por ciento de las familias son completas; hay 22 por ciento de menores que viven solo con su madre; 10 por ciento viven en familias extendidas y 4 por ciento con ninguno de los padres.

El 10 por ciento de esta población, es decir de los que viven en familias extendidas, son a quienes peor les va.

No todos los menores responden de igual forma ante los mismos hechos: “emocionalmente no les está dando su formación para responder de otra manera, sólo les da para enfrentar al mundo de esa manera”.

Uno de las razones por las que un niño puede ser violento es que desde casa se les reprime; “nos tenemos que enojar, nos tenemos que pelear,  tenemos que disentir, lo que no podemos hacer es agredir al otro porque acabo agrediéndome a mí, porque tengo imposibilidad de poder luego construir con él”, dijo la investigadora.

En cuanto al operativo “Mochila Segura“, la experta en el tema aseguró que no es una medida convincente para prevenir: “si los padres de familia lo que hacemos es supervisar la mochila antes de irnos, nada más es como estar transmitiendo la responsabilidad porque entonces al rato vas a decir: yo sí la revisé en mi casa y entonces alguien se la puso”, dijo.

En conferencia de prensa, Adriana Ornelas, del seminario sobre violencia escolar, dijo que con este operativo “estamos bajando los brazos diciendo: yo no puedo, que alguien venga y se haga cargo y ese yo no puedo es una renuncia a estar en sociedad”.

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FF