Las penas por intimidar en la CDMX
El Sistema de Transporte Colectivo, Metro, informó que personal del Puesto Central de Monitoreo detectó a tres sujetos sospechosos que subían y bajaban de los vagones, entre las estaciones Oceanía y Misterios de la Línea 5.
Por lo anterior, solicitaron el apoyo del personal de seguridad para que acudiera a los vagones e investigara si sucedía algo anormal.
Los elementos de seguridad acudieron a la estación Misterios, donde tres sujetos fueron detenidos al ser señalados por usuarios por haberlos intimidado.
Los sospechosos se acercaban a los usuarios argumentando que acababan de salir del reclusorio, que no querían regresar a él y que necesitaban ayuda en un acto claramente intimidatorio, por lo cual las personas les entregaron diversas cantidades de dinero.
El personal del STC solicitó a las víctimas presentar su denuncia para evitar la recurrencia de estos actos.
Los presuntos responsables fueron trasladados a la Agencia del Ministerio Público en Gustavo A. Madero, donde las víctimas sí acudieron a presentar su denuncia.
Gracias al monitoreo mediante cámaras del Sistema y por denuncia de personas usuarias, fueron puestos a disposición del MP a Ramiro, Francisco y Emilio “N”, por robo de pertenencias en #L5. #CódigoRojo https://t.co/UqMkA9BlgD
— MetroCDMX (@MetroCDMX) 30 de noviembre de 2017
¿Qué castigo les espera a los presuntos responsables?
La ley es clara en cuanto a actos de intimidación se refiere. El delito está contemplado como extorsión, que es cuando una persona obliga a otra, utilizando violencia verbal, física o intimidando, a darle dinero o realizar u omitir un acto con fines de lucro para el agraviante.
El Código Penal Federal se refiere a la extorsión, en su artículo 390, como “al que sin derecho obligue a otro a dar, hacer, dejar de hacer o tolerar algo, obteniendo un lucro para sí o para otro o causando a alguien un perjuicio patrimonial”.
El castigo con el que se multa este tipo de acciones es de dos a ocho años de prisión y de cuarenta a sesenta días de multa.
Las penas aumentan si quien realiza dicho acto delictivo es un funcionario, o ex funcionario, público.
La intimidación, como hecho, se basa en producir miedo a las víctimas para amedrentarlos y obligarlos a realizar alguna acción concreta que genere ganancias a quien la utiliza.
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FF
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