El adiós a Fidel. Inicia caravana que transporta cenizas de Castro; en México recuerdan lugares donde vivió

 

Un hogar asediado por la prensa tras la muerte del exmandatario


Irma Vanegas Arroyo tenía 23 años cuando conoció a Fidel Castro, quien junto con Ernesto “Che” Guevara y 45 cubanos más permanecieron en su domicilio, en la calle Penitenciaría de la colonia Morelos, Ciudad de México.

“Este es Fidel Castro, María Antonia González, Arsacio Vanegas, mi hermano, Elvira del Monte, esposa de Arsacio; esta es una amiga, Rebeca”, describió la mexicana al señalar una fotografía sobre la estancia del grupo de cubanos en su casa.

De junio a noviembre de 1955, esa casa sirvió para ocultar el armamento que meses más adelante los rebeldes utilizarían durante el movimiento revolucionario contra el gobierno de Fulgencio Batista, en Cuba.

“Ese piso no era así: era de polines y arriba la madera. Allí levantaron todo y nos quedamos sin piso, porque aquí abajo guardaron las armas y mi mamá tenía su maquinita de coser; en esas maquinitas hizo las cananas verde oliva para la revolución de Cuba”, explicó Vanegas.

Próxima a cumplir 80 años en enero de 2017, Irma, madre de ocho hijos, aseguró que el grupo de expedicionarios estuvo cerca de ser descubierto.

“La federal nunca cayó aquí, porque una de mis hermanas era novia de Belén, de un agente, y por él no vinieron. Le decían: ‘tú que vives cerca ¿que ves?’ Yo no veo nada, respondía, pero ¡qué tal si hubiera hablado? Pues todos hubiéramos ido a la cárcel”, recordó.

El luchador Arsacio Kid Vanegas, hermano de Irma, fue quien entrenó físicamente a Fidel y al resto de los cubanos. A su muerte en 2001, su familia recibió las condolencias del comandante Castro.

“Vanegas fue un firme, ideal colaborador del grupo revolucionario cubano que en México nos dimos a la difícil tarea de preparar la etapa definitiva de la lucha por la libertad en nuestra patria”, escribió el comandante.

La mujer mexicana condujo al equipo de reporteros a otra parte del domicilio donde, afirmó, también durmió Castro junto con su hermano Raúl y Ernesto “Che” Guevara.

En la habitación permanece uno de los cuatro catres que la familia de doña Irma ofreció al líder cubano.

También en el lugar, ya reducido por el tiempo, se observan fotos, imágenes de Ernesto “Che” Guevara, así como de Castro y la imprenta en la que hace 61 años se editó el primer y segundo manifiesto de la Revolución, dónde se consignó la ideología del cubano, que derivó en el movimiento 26 de julio.

En la opinión del investigador Samuel Cielo Canales, el paso de Fidel Castro por México se dio en pleno borboteo de las ideas socialistas.

“En ese momento hubo una gran efervescencia por las ideas socialistas, aunque no necesariamente caldearon en los países capitalistas, precisamente por este modelo de Estado-Benefector que se dio en algunos ellos. En México no llegó tal, llegó una cosa muy de remedo que se conoce como Estado interventor, eso es lo que tuvimos en México durante muchos años, hasta la década de los 80”, explicó.

A 4.4 kilómetros del domicilio de Irma, se localiza el departamento, cerca del Museo de San Carlos, donde Fidel conoció a Ernesto “Che” Guevara.