El radical de la Casa Blanca

 

Si hay un hombre al que México debe temer, ése es Peter Navarro


AUTOR DEL TEXTO ORIGINAL EN REPORTE INDIGO: RODRIGO CARBAJAL

La obsesión de la administración de Donald Trump con el déficit comercial tiene nombre y apellido: Peter Navarro, el único académico en un gabinete económico donde predominan hombres con un perfil operativo.

Si hay un hombre al que México debe temer, ése es Peter Navarro, el director del recién creado Consejo Nacional de Comercio de Estados Unidos.

Navarro, doctor en economía por la Universidad de Harvard, representa un perfil inusual en el gabinete económico de la administración de Donald Trump por dos razones.

Primero, porque es el único académico en un gabinete que promete delinear el cambio de política económica más radical desde el gobierno de Ronald Reagan. Su acceso al presidente Donald Trump es directo. La influencia ideológica de Navarro contrasta con el perfil operativo de otros miembros del gabinete como Gary Cohn, el ex presidente de Goldman Sachs que ahora funge como director del Consejo Económico Nacional.

Segundo, porque Navarro es un economista con ideas heterodoxas que no encuentran resonancia en la corriente dominante de pensamiento económico. Su postura, que hace eco en la visión de mundo planteada por el estratega en jefe de la Casa Blanca Stephen Bannon, es consistente con la retórica proteccionista a la que se atribuye el triunfo electoral de Trump.

La construcción de una “economía nacionalista”, término utilizado por Bannon en múltiples intervenciones públicas, es una prioridad para Navarro, el autor de los libros “Muerte por China” y “ Las próximas guerras chinas”.

Cuando Donald Trump ganó las elecciones en noviembre del año pasado, la primera advertencia de los analistas de riesgo fue que este evento aumentaba las probabilidades de un enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del planeta.

El artífice de esta percepción es Peter Navarro, referido por la revista The Economist como “un excéntrico dedicado a la destrucción de China”.

Sin embargo, este “excéntrico” ha dejado claro que la administración de Donald Trump contempla la reducción del déficit comercial como un enfoque prioritario de política económica. Navarro argumenta que esto debe ser logrado a través de una renegociación inteligente de los tratados bilaterales de Estados Unidos.

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Fundamentalista y equivocado

Esta semana, en una conferencia para la Asociación Nacional de Economistas de Negocios, Navarro resumió su visión económica en tres o cuatro planteamientos básicos: “Supongamos que este año Estados Unidos renegocia exitosamente su acuerdo comercial con México y México acepta comprar más bienes de Estados Unidos de lo que actualmente compra al resto del mundo.

Esto se vería reflejado en mayores exportaciones, menor déficit comercial y mayor crecimiento”.

La conferencia de Navarro se convirtió en un blanco fácil para las críticas de economistas en ambos lados del espectro político. La prensa estadounidense reporta que incluso ex asesores de Donald Trump han refutado la visión económica de Navarro como “simplista y errónea”.

Daniel J. Ikenson, del think tank Cato Institute, sostiene que “los errores analíticos y las falacias presentadas como hecho son tan numerosas que sorprende cómo una persona con un doctorado en economía de la Universidad de Harvard pueda malinterpretar de manera fundamental los conceptos más básicos de la introducción a la economía”. Ikenson externa su preocupación dada la “potencialmente devastadora cantidad de influencia que Navarro mantiene en la Casa Blanca.

La crítica recurrente sobre la visión del director del Consejo Nacional de Comercio yace en su pobre entendimiento de l