Lluvia de balas en Las Vegas

 

El agresor fue identificado como Stephen Paddock, de 64 años


El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos descartó que el tiroteo masivo del domingo en Las Vegas, considerado el peor en la historia de Estados Unidos, tenga algún vínculo con el terrorismo internacional.

El tiroteo fue protagonizado por un sujeto identificado como Stephen Paddock, de 64 años de edad, quien disparó contra la multitud reunida en el concierto de música country Route 91 Harvest 2017, celebrado al aire libre frente al casinohotel Mandalay Bay el domingo por la noche, con un saldo de al menos 58 muertos y 515 heridos.

La policía dijo que el sospechoso, residente en Mesquite, Nevada, se suicidó antes de que un equipo especializado SWAT lo confrontara, y que los oficiales descubrieron al menos 10 rifles en su habitación de hotel.

Sin proporcionar ninguna prueba, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó en una declaración la responsabilidad del ataque y aseguró que el pistolero se había convertido al Islam hace meses.

En respuesta, el agente especial a cargo de la oficina del FBI en Las Vegas, Aaron Rouse, dijo que las autoridades federales estadounidenses determinaron “que no hay conexión (del ataque) con un grupo terrorista internacional”.

La exesposa de Paddock, quien vive en el condado de Los Ángeles, expuso por su parte que ya no tenia contacto con su expareja, de quien se divorció hace 27 años, tras seis años de matrimonio.

También se conoció que Paddock había comprado más de 30 armas, la mayoría de las cuales llevaba consigo al ingresar a la habitación del piso 32, desde donde disparó a los asistentes al concierto luego de romper con un martillo la gruesa ventana del cuarto.

Medios locales confirmaron, en tanto, que el padre de Paddock fue Benjamin Hoskins Paddock, quien estuvo en la lista de las diez personas más buscadas por el FBI de 1969 a 1977.

El padre del atacante huyó de prisión en 1969 y vivió prófugo hasta 1978, cuando fue arrestado en Oregon, donde murió unos años después en prisión.

Mexicanos a salvo

El cónsul de México en Las Vegas, Alejandro Madrigal Becerra, confirmó que no hay reportes de ciudadanos mexicanos afectados.

El diplomático dijo que el país activó de inmediato el protocolo de emergencia y abrió líneas de contacto en el Centro de Información de Asistencia a mexicanos en EU.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó su apoyo a los estadounidenses y compartió su dolor y horror ante un acto de violencia tan “insensato y cobarde”.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, condenó y lamentó el ataque y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas a través de un mensaje compartido en su cuenta de Twitter.