La mujer que dio su vida pensando salvar otra

 

Estaba embarazada, enferma de cáncer y se negó a la quimioterapia


Una trágica historia se desarrolló en Michigan, lugar de donde era originaria Carrie DeKlyen, de 37 años, a quien le detectaron cáncer cerebral.

Al realizarle estudios en el hospital universitario del estado los doctores se percataron de que Carrie, además, estaba embarazada de ocho semanas.

Los galenos extirparon el tumor, pero este volvió a crecer por lo que le recomendaron quimioterapia y, por ende, abortar el feto que llevaba dentro de ella.

De creencias católicas, arraigadas a lo largo de los años, la mujer, junto con su pareja Nick, decidió no someterse al tratamiento y darle una oportunidad a la vida que se estaba gestando dentro de ella.

Como era de esperarse su salud se deterioró, los dolores se volvieron insoportables y los doctores la mantuvieron inconsciente, incubada y con respiración artificial, con el único objetivo de mantener con vida al feto.

Sin embargo, todo se complicó y los galenos tuvieron que realizar una cesárea para extraer a una pequeña bebé de apenas 24 semanas que pesó 570 gramos.

La mujer murió y la pequeña Vida Lynn, nombre que el padre le puso a su hija, no tardó en seguir el mismo camino once días después.

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FF