Piden a Matteo Renzi posponer su dimisión

 

Renzi aceptó “congelar” su renuncia, que hará efectiva apenas sea aprobada la ley presupuestal


El primer ministro dimisionario italiano, Matteo Renzi, presentó la tarde de ayer su renuncia formal al presidente de la república, Sergio Mattarella, quien le pidió “congelarla” en espera de la aprobación de la ley presupuestaria, informó un comunicado oficial.

Según medios locales, el presupuesto podría ser aprobado esta misma semana e inmediatamente después se haría efectiva la renuncia presentada por Renzi tras el triunfo del “No” en el referéndum del domingo sobre la reforma a la Constitución, la cual buscaba poner fin al bicameralismo perfecto al redimensionar el papel y funciones del Senado.

“El presidente del Consejo –de ministros, es decir, Renzi– tras el resultado del referéndum constitucional de la jornada de ayer ha comunicado que no considera posible la prosecución de su mandato de gobierno y, por lo tanto, ha manifestado su intención de firmar su renuncia”, manifestó en una nota de la jefatura de Estado.

“El presidente de la república, considerando la necesidad de completar el proceso parlamentario de aprobación de la ley de presupuesto con el objetivo de conjurar los riesgos de un ejercicio provisional, ha pedido al presidente del Consejo sobreseer –desistir– su dimisión para el cumplimiento de tal tarea”, añadió.

Mattarella afirmó: “tenemos compromisos y plazos cuyo respeto deberá ser asegurado por las instituciones”.

Indicó que la alta participación en el referéndum del domingo, superior a 65 por ciento del padrón electoral, “es el testimonio de una democracia sólida, de un país apasionado”.

Según la edición digital del diario La Repubblica, Renzi aceptó “congelar” su renuncia, que hará efectiva apenas sea aprobada la ley presupuestal.

Las hipótesis sobre quién guiará el gobierno técnico –encargado de las cuestiones administrativas en espera del final de la Legislatura o de la convocación a elecciones anticipadas— señalaban al ministro de Economía, Pier Carlo Padoan y al presidente del Senado, Pietro Grasso.