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Más de 700 bajas han provocado los bombardeos


Más de 700 médicos y trabajadores sanitarios han muerto en Siria desde el inicio del conflicto, hace cinco años, durante ataques a los hospitales, la mayoría bombardeos, denunció ayer la Comisión Internacional de Investigación sobre Siria.

El presidente de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Siria, el brasileño Paulo Pinheiro, también denunció el reclutamiento de cientos de menores de 15 años por parte de grupos yihadistas en la provincia de Idlib, noroeste del país.

“La comisión está preocupada por las informaciones, según las cuales el Frente Al Nusra y otros grupos afiliados a la red Al Qaeda habrían reclutado a centenares de niños menores de 15 años en Idlib”, dijo Pinheiro en Ginebra, tras presentar un informe sobre la situación en Siria.

Destacó que más de 700 médicos y trabajadores sanitarios han perdido la vida en bombardeos, sin precisar por parte de qué bando, contra instalaciones de salud, además otras infraestructuras esenciales, como escuelas, mercados y panaderías, han sido blanco de los ataques.

“A medida que aumentan las bajas civiles, el número de instalaciones hospitalarias y del personal médico se reduce, lo que limita todavía más el acceso a la atención sanitaria”, lamentó.

La semana pasada, la Comisión de Investigación sobre Siria, puesta en marcha por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, acusó al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de seguir cometiendo un “genocidio” contra los yazidíes, una minoría kurdo, hablante también presente en Irak.

Pinheiro indicó que la comisión ha detectado numerosas violaciones contra otros grupos étnico-religiosos e investiga los crímenes del EI contra los alauitas, asirios, cristianos, chiitas y sunitas que rechazan su ideología.

El conflicto en Siria, que ha dejado más de 280 mil muertos, comenzó el 15 de marzo de 2011 tras la represión por parte del régimen de Bashar al Assad contra las manifestaciones prodemocráticas.

En un primer momento, los rebeldes se oponían a las fuerzas del régimen, pero con el paso del tiempo el conflicto se complicó por la implicación de yihadistas extranjeros y de actores regionales e internacionales que operan en la zona.