Se va consejero por tibieza contra racistas

 

El presidente denunció de manera directa la violencia


El directivo de una las mayores empresas farmacéuticas de Estados Unidos renunció ayer a un consejo asesor empresarial del presidente estadounidense Donald Trump, en protesta por la negativa inicial del mandatario para condenar la violencia de grupos de extrema derecha.

La renuncia de Kenneth Frazier al Consejo Estadounidense de Manufacturas es significativa porque fue la primera consecuencia de la negativa inicial de Trump, aunque generó una dura y casi inmediata respuesta por parte del mandatario.

Frazier es presidente ejecutivo de la farmacéutica Merck, y es el único afroestadunidense al frente de unas de las 500 principales empresas estadunidenses que cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York.

“Los líderes de Estados Unidos deben honrar nuestros valores fundamentales al rechazar claramente las expresiones de odio, intolerancia y supremacía de grupo, que van en contra del ideal estadounidense de que todas las personas son creadas iguales”, dijo en una declaración anunciando su salida.

El presidente estadounidense Donald Trump denunció ayer de manera directa la violencia de grupos racistas y prometió un castigo para todos aquellos responsables de lo ocurrido el fin de semana en la comunidad de Charlottesville, Virginia.

“El racismo es maldad, y aquellos que provocan violencia en su nombre son criminales y maleantes, incluyendo el Ku Klux Klan, neonazis, supremacistas blancos y grupos de odio que son una repugnancia a todo aquello que atesoramos como estadounidenses”, dijo el mandatario ante reporteros en la Casa Blanca.

La declaración del mandatario se produjo 72 horas después de la que ofreció el sábado en Nueva Jersey, tras el incidente en que un hombre embistió a un grupo de personas que se manifestaban contra la presencia de grupos de extrema derecha, provocando la muerte de una mujer y 19 heridos.

Trump empero generó críticas, aún de su propio partido, al no condenar de manera directa la violencia instigada por grupos extremistas de derecha, al denunciar que ésta había sido provocada “en muchos lados”.

Aunque la Casa Blanca quiso dar mayor precisión a lo dicho por el mandatario a través de dos declaraciones escritas difundidas después, el malestar persistió aún entre varios senadores republicanos que demandaron de éste una enérgica condena.

Se esperaba que Trump abordara los hechos de Charlottesville durante un evento público ayer, pero la declaración de último momento hecha desde la Casa Blanca pareció ser una rara concesión de un presidente que ha rehusado plegarse ante sus críticos, aún aquellos dentro de su propio partido.

Trump caracterizó su mensaje como “una actualización” de las acciones legales que su administración inició en respuesta a los hechos del sábado.