Con la finalidad de darle un escarmiento a los ladrones de bicicletas, dos estadounidenses crearon un candado químico que al tratar de romperse libera gases que provocan nauseas y vómito.
Daniel Idzkowski y su amigo Yves Perrenoud, decidieron inventar este artefacto ya que han sido en repetidas ocasiones víctimas del robo de sus vehículos a pesar de que tenían candados sofisticados.
Idzkowski destaca que el olor expulsado es similar al que emiten los zorrillos cuando se sienten atacados, además de que el SkunkLock, fue aprobado por el gobierno estadounidense y por la Unión Europea.
De acuerdo con la Procuraduría capitalina, las delegaciones que registran un mayor robo de bicicletas son: Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero e Iztapalapa.
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DM