Los que amaban a AMLO y ahora lo odian

El candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, ha sumado adeptos a su equipo de campaña, algunos otrora rivales, otros más, viejos aliados.

Con la conformación del partido que encabeza, Morena, y su salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD) algunos perredistas emigraron con él pero la mayoría se quedaron, pasando de ser sus aliados a sus rivales políticos.

Este es un recuento de los personajes que antes “amaban” al aspirante presidencial y, después, terminaron “odiándolo“.

Alejandra Barrales. Cuando era dirigente nacional del PRD, en 2017, la ahora candidata a la gubernatura de la Ciudad de México insistió en que su partido conformara una alianza con Morena para ir juntos a las elecciones federales.

En el mismo año, Andrés Manuel exhortó a la entonces dirigente del sol azteca a dar el paso y unirse a las filas de Morena.

Al final, ninguna invitación llegó a buen puerto y la alianza, rumbo a las elecciones del año en curso, no se concretó.

Hoy, Barrales apoya la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, emanado de las filas del Partido Acción Nacional (PAN).

Durante el cierre de su precampaña, en febrero, la candidata de Por México al Frente a la gubernatura de la Ciudad de México, criticó al tabasqueño al aseverar que era un enemigo de los trabajadores.

“Hoy amenaza con llegar al gobierno de la Ciudad de México un proyecto que se ha dedicado a golpear a los trabajadores, ustedes, más que nadie, saben que Andrés Manuel y Morena son enemigos de los trabajadores sindicalizados de esta ciudad”, dijo durante su discurso en la delegación Iztacalco.

Luego que el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, descartara una alianza con el PRD para las elecciones presidenciales de 2018, distintos miembros del Sol Azteca criticaron severamente al aspirante presidencial, quien llegó a la gubernatura del Distrito Federal en 2000 bajo los colores amarillo y negro.

-“Lo que hace López Obrador es una ruta al fracaso, no se aprendió la lección en el Estado de México y le hace el juego al PRI (…) Nadie podrá ganar sólo en el 2018”, escribió en Twitter Beatriz Mojica, la secretaria General del PRD.

–Raúl Flores García, quien fuera presidente del PRD en la capital, indicó que el tabasqueño dejó en claro que no le importa México ni lo mexicanos, pues la división de la izquierda sólo hará que el PRI gane de nuevo la presidencia.

– El perredista y ex jefe delegacional de Coyoacán, Mauricio Toledo, fue más allá y aseguró que el PRD no necesitaría de López Obrador para ganar las elecciones del año en curso.

–Manuel Granados. El actual líder nacional del PRD es otro de los que ha criticado fuertemente al aspirante presidencial de Morena. Tras el registro del tabasqueño como precandidato de su partido en pleno 12 de diciembre, Granados exhortó al Instituto Nacional Electoral (INE) a revisar ese acto político.

A su consideración, el que el acto de Obrador se registrara el Día de la Virgen de Guadalupe no fue coincidencia… “Desde 1857 hubo un pronunciamiento muy claro de Benito Juárez, la separación del Estado y la Iglesia. Hoy, un día en donde la fe de millones de mexicanos, pues no puede estar en juego con temas políticos. Yo creo que eso habrá que revisarlo, ahora que están muy puntuales de ello”, insistió.

–Ángel Ávila Romero. El presidente del Consejo Nacional del partido del Sol Azteca criticó la postura de AMLO de otorgar amnistía a delincuentes.

En un comunicado, el otrora aliado del tabasqueño en el PRD, aseveró que “esta visión del perdón es peligrosa porque muestra esa visión de AMLO de mezclar la religión y la política… el tema del perdón deviene de una concepción religiosa que busca aplicar a la realidad del país; México es un estado laico, Juárez separó la Religión de la Política, pues una mezcla de ese tipo puede llevar a la polarización social”.

-Marco Rascón. Un caso emblemático… Quien trabajara durante años al lado de Obrador en el mismo organismo político, afirma, ahora, que el morenista es el culpable de su exclusión de la política.

Todo se remonta, según el propio Rascón, a 1996 cuando el tabasqueño era presidente del PRD y él era diputado del mismo partido. En aquel entonces, durante el informe del entonces presidente Ernesto Zedillo, el legislador se puso una máscara, acto que el ahora aspirante presidencial jamás le perdonó pues ya existía un acuerdo del partido con el presidente para evitar “desfiguros”.

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