Aumentan 77% los atracos a pipas con combustible

 

Roban 142 autotanques con gasolina o diésel en lo que va del año


 

Hasta octubre, el robo al transporte de gasolinas y diésel se ha incrementado 77 por ciento, con pérdidas de 156 millones de pesos, situación insostenible para las empresas al servicio de Petróleos Mexicanos (Pemex), informó la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).

Destacó que en lo que va de 2017 se han perpetrado 142 robos de autotanques de gasolina y diésel; el año pasado la cifra era de 80 atracos.

Seis de cada 10 ilícitos se comete en la región del golfo, a lo largo del corredor México-Puebla y Veracruz y 19 por ciento en el centro.

En promedio, las pérdidas por unidad son de un millón de pesos. Los transportistas tienen que pagar el deducible, condición que califican de injusta, ya que el seguro le reembolsa a Pemex la misma cantidad.

“No les pagan puntualmente (a los transportistas), no les actualizan los precios del servicio, y adicionalmente el costo de la inseguridad que es un costo-país, se los están cargando”, acusó Refugio Muñoz, vicepresidente de Canacar.

Al hurto de hidrocarburo, se suma la falta de incumplimiento de contrato por parte de la petrolera por mil 500 millones de pesos, mismo que en febrero fue renovado, pero que aún no integra las condiciones de mejora en el servicio, pese a que se celebraron ocho mesas de diálogos a las cuales Pemex Logística no ha respondido.

De las 157 empresas que rentan 3 mil 500 unidades al servicio estratégico de transporte, cerca de 15 ya son inviables, por lo que han cesado operaciones.

El aumento de hasta 200 por ciento en el costo de las pólizas de seguro para este gremio también ha mermado las finanzas del negocio, cuyo deducible aumenta al doble si el delito se comete por la noche.

“No queremos dejar de cumplir a Pemex, con todo esto y el aumento en el precio de los combustibles, hemos tenido que solicitar créditos revolventes o préstamos para capital de trabajo”, señalaron los transportistas.

Advirtieron que debe existir un justo equilibrio en todos los eslabones para evitar que la cadena de explotación, producción, distribución y comercialización se rompa.