Él es Romero Deschamps

Carlos Romero Deschamps, quien estará al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) hasta el 2024, nació el 17 de enero de 1943 en Tampico, Tamaulipas.

Estudió Contabilidad en la Escuela Bancaria y Comercial de Tampico, Tamaulipas.

En el PRI

Es miembro activo del partido desde 1961, donde inició su carrera como coordinador de campañas del tricolor en Tamaulipas.

Ha sido diputado federal en tres ocasiones: la primera en la LI Legislatura de 1979 a 1982; la segunda en la LV Legislatura para el periodo 1991-1994; y la tercera en la LVIII Legislatura entre 2000 y 2003.

Además también ha sido senador de la República en la LVI y la LVII legislaturas de 1994 a 2000.

Actualmente es senador en la LXII Legislatura por el PRI, cargo al que llegó por el principio de elección de representación proporcional.

En Pemex

En 1969 ingresó a Pemex y dos años después comenzó actividades sindicales en la revisión del contrato colectivo.

En 1993 asumió de forma interina la secretaría general del comité ejecutivo general del STPRM.

Desde 1996 se ha encargado de la dirección del sindicato, en donde representa a más de 200 mil trabajadores.

Familia y dinero

Tiene dos hijos, Paulina y José Carlos.

El político posee un navío de 1.5 millones de dólares similar al que tiene el cantante mexicano Luis Miguel.

En Cancún cuenta con un departamento de 1.3 millones de dólares y porta relojes de más de 200 mil dólares.

Además ha adquirido autos Mercedes Benz y BMW, tres yates, un departamento en Nueva York y un condominio en Texas, según datos del diario Reforma.

En 2013 se dio a conocer que el senador había regalado a su hijo un coche Ferrari valuado entre 3 y 6 millones de dólares.

También se habla de los departamentos de lujo comprados por su hijo José Carlos en Miami por US$7,5 millones y las fotos en jets privados que ha publicado su hija Paulina en redes sociales.

En el libro Los demonios del sindicalismo mexicano, el autor Martín Moreno lo señala como “el líder sindical más poderoso en este momento, quien después de la detención de Elba Esther Gordillo, se erigió como el máximo líder”.

“Es incalculable la fortuna que ha recibido el sindicato petrolero por parte de Pemex y los gobiernos en turno, es algo que es un agravio para los mexicanos es una cifra insultante. Es incalculable, en un punto de la revisión de contratos de trabajo, por ejemplo apoyo de automóviles, 100 millones de pesos, apoyo para bibliotecas 120 millones de pesos”, comentó el autor.

El Pemexgate

Romero Deschamps fue acusado de haber desviado en recursos del sindicato petrolero que fueron destinados a la campaña de Francisco Labastida para las elecciones presidenciales del año 2000.

En 2003, el IFE concluyó que sí había existido un desvío de al menos 500 millones de pesos; sancionó entonces al PRI con una multa de 1,000 millones de pesos.

Sin embargo, en el momento en que el IFE multó al PRI por este caso, Romero Deschamps gozaba de fuero constitucional por ser diputado federal.

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