Catrinas marchan y gritan en Zócalo: “ni una más”

 

Los feminicidios dejan como saldo la muerte de 7 mujeres al día


Los rostros de Lesvy, Victoria, Mara y muchas más caminaron de la mano de catrinas que exigieron un alto a los feminicidios que diariamente roban la vida de siete mujeres en México.

Con la oscuridad comenzaron sus pasos dejando atrás, poco a poco, las puertas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y se enfiilaron rumbo al Hemiciclo a Juárez.

Mujeres con el rostro pintado de blanco iluminaron con velas las calles y las hicieron retumbar al grito de “No fue un crimen pasional, fue un macho patriarcal”.

Un ejemplo es el caso de Serymar, con 21 años: “Mi hermana fue asesinada por su novio. Él la atropello y a causa de una lesión en el cráneo, mi hermana murió en febrero, casi un mes después del ataque”, recordó Sandra Soto.

La mujer, proveniente de Coahuila, llamó al gobernador Rubén Moreira a impartir justicia e impedir que la muerte de la mujer madre de un menor de cuatro años quede impune.

Las cruces color rosa, que se hicieron tristemente célebres en Chihuahua, estuvieron presentes como recordatorio de los más de 28 mil homicidios violentos cometidos contra mujeres de 2000 a 2015, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El salir a la calle pareciera convertirlas en valientes, apuntaron asistentes a la marcha: “ya no podemos salir a disfrutar de una bebida o acompañarnos entre nosotras a salir, porque tenemos miedo de cómo nos vamos a regresar, qué nos va a esperar en la noche”, detalló Itzel Arteaga para CAPITALMEDIA.

La chica de 22 años exigió mayor apoyo por parte de las autoridades en materia de seguridad “para que ya no nos maten, que no nos violen y podamos salir libres a la calle, sin miedo”, dijo.

El Estado opera con impunidad, denunciaron madres que se dieron cita también de diversos estados: “mi hija es Claudia Suárez Correa, la asesinaron en Veracruz y no encontramos justicia”, denunció Claudia Juana Correa Torres.

La joven estudiante fue asesinada a puñaladas presuntamente por su novio y fue recordada en las escalinatas del Hemiciclo a Juárez junto a otros rostros sonrientes que se quedaron congelados en las imágenes.

Los gritos de “desnudas o vestidas, respeta nuestras vidas” fueron lanzados al viento y se confundían con las melodías que, a lo lejos, emitía un organillero.

Las manifestantes exigieron una alerta de género nacional “por todos los feminicidios que conocemos y desconocemos” y que fueron homenajeados con una ofrenda donde las letras moradas decían: “ni una más”.