En qué casos puede la policía usar la fuerza pública

Luego de que este lunes la CDMX viviera una jornada de marchas que afectó por varias horas diversos puntos, algunos actores políticos revivieron el tema del uso de la fuerza policial para controlar y disolver este tipo de manifestaciones.

Sin embargo, el uso de la fuerza por parte de la policía está regulado y se aprueba únicamente en determinadas situaciones.

El Diario Oficial de la Federación publicó en octubre de 2017 el protocolo de actuación de la Policía Federal sobre el uso de la fuerza, del cual se desprende lo siguiente.

Primero, establece que dicho protocolo tiene “por objeto establecer los parámetros y condiciones mínimas, que permitan diferenciar y definir el uso de las técnicas, tácticas, armas, equipo y niveles de fuerza, atendiendo a las circunstancias que se presenten, ya sea para aumentar o para disminuir el grado de aplicación de éstas”. Además, refiere que esto brinda certeza jurídica y transparencia a la ciudadanía en relación con el uso de la fuerza que los cuerpos policiales realicen en el ejercicio de sus funciones.

Al uso de la fuerza lo define como “la aplicación de medios, métodos, técnicas y tácticas que realizan o pueden realizar las y los integrantes en el ejercicio de sus funciones con base en los diferentes niveles de fuerza, de conformidad con las disposiciones aplicables”.

Bajo este concepto, los objetivos para el uso de la fuerza son ocho puntos:

a. Hacer cumplir la ley.
b. Promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos.
c. Preservar o restablecer el orden y la paz públicos.
d. Mantener la vigencia del Estado de Derecho.
e. Proteger los bienes jurídicos tuteados.
f. Contrarrestar la resistencia de personas o grupo de personas, en caso de flagrancia o por mandamiento de autoridad competente.
g. Prevenir la comisión de hechos delictivos
h. Proteger la vida e integridad física de las y los integrantes, así como de terceros.

Además, existen seis niveles para el uso de la fuerza:

1. Presencia policial: es el primer contacto que tienen las fuerzas policiales con la ciudadanía. Se aplica cuando hay situación de normalidad.
2. Verbalización: es la comunicación oral orientada a la persuasión. Aquí la persona está cooperativa.
3. Control de contacto: aquí se incluye la advertencia, el emitir órdenes directas y el entablar un diálogo que permita concientizar para el cumplimiento de la ley. Hay resistencia pasiva (cuando una persona se niega a obedecer órdenes legítimas comunicadas de manera directa)
4. Control físico: implica la sujeción de brazos o antebrazos y las formaciones para el control de multitudes.Hay resistencia activa (cuando el sujeto realiza acciones con el propósito de dañarse, dañar a un tercero, al agente o a bienes propios ajenos).
5. Técnicas defensivas menos letales: se refiere a la defensa policial. Se presenta por la persona agresión no letal.
6. Fuerza potencialmente letal: aquí se recurre a la acción que puede causar daño físico severo o la muerte, cuando se hace en defensa propia o de terceros, y en caso de peligro inminente de muerte o de lesiones graves. Implica que hay agresión letal.

Finalmente, el protocolo del uso de la fuerza establece que esta sólo se justifica cuando es real (se materializa en hechos apreciables por los sentidos), actual (la agresión se presenta al momento del hecho) e inminente (la agresión está próxima a ocurrir, y de no realizarse, ésta se consumaría).

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dsl.