La desaparición forzada y tres casos que marcan a México

 

Hoy el mundo conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada


Cada 30 de agosto el mundo conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. “La desaparición forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad”, explica la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su sitio oficial sobre el tema.

En México, el Registro Nacional de Víctimas (Renavi) tienen inscritas dos mil 795 personas por el delito de desaparición y mil 394 por el de desaparición forzada.

Y la mayor parte de los casos se concentra en los estados de:
· Guerrero
· Coahuila
· Veracruz
· Tamaulipas
· Nuevo León
· Estado de México
· Guanajuato

Así, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, recordamos tres casos emblemáticos que han reflejado la situación del país en torno al tema.

 

1. El caso de Mara.

Mara Fernanda Castilla Miranda tenía 19 años y estudiaba en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, en la capital del estado. La madrugada del 8 de septiembre abordó un servicio de transporte de la empresa Cabify y no se volvió a saber de ella, hasta el 15 de septiembre, cuando su cuerpo fue hallado envuelto en la sábana de un motel en un paraje de la Autopista México-Puebla.

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El caso conmocionó a todo el país. Representó la realidad de muchas mujeres que son asesinadas, por un familiar, por su pareja o por un desconocido. Las movilizaciones no se hicieron esperar, principalmente en Puebla y la Ciudad de México. 

Las personas marcharon, primero, para exigir su localización y luego, para exigir justicia por su muerte.

Marcha por Mara en CDMX / Foto: Cuartoscuro
Marcha por Mara en CDMX / Foto: Cuartoscuro
Marcha por Mara en Xalapa, Veracruz / Foto: Cuartoscuro
Marcha por Mara en Puebla, Puebla / Foto: Cuartoscuro
Marcha por Mara en Puebla, Puebla / Foto: Cuartoscuro
Marcha por Mara en Chilpancingo, Guerrero / Foto: Cuartoscuro

2. Los normalistas de Ayotzinapa

El 26 de septiembre de 2014, en la periferia de Iguala, Guerrero, desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en la comunidad de Ayotzinapa, municipio de Tixtla, del mismo estado. Dos más fueron hallados muertos.

Cuando se dio a conocer su desaparición, comenzaron a correr las investigaciones y a caer los detenidos de toda índole, desde el presidente municipal de Iguala de ese entonces, policías, presuntos sicarios… hasta funcionarios que decidían dejar su cargo para no continuar inmersos en la investigación.

Pero lo que la sociedad y las familias buscaban (y todavía buscan) es saber el paradero de los 43 jóvenes. Hasta hoy, después de muchas investigaciones, trabajos de equipos especializados, versiones oficiales, recomendaciones de instituciones de Derechos Humanos, no se sabe con exactitud qué fue lo que pasó. Al rompecabezas aún le faltan muchas piezas.

El caso ha marcado un parteaguas en diversos temas: la desaparición forzada, la criminalización de estudiantes, el poder del narcotráfico en México, la falta de eficiencia de las autoridades… y las movilizaciones para exigir justicia.

Desde el 26 de septiembre de 2014, el día 26 de cada mes hay manifestaciones, principalmente en la Ciudad de México y en Chilpancingo, Guerrero, capital del estado en el que ocurrieron los hechos.

 

 

3. Los tres estudiantes de cine de Jalisco

El más reciente de los que enlistamos en esta ocasión. El 19 de marzo de 2018, tres jóvenes estudiantes de cine se encontraban realizando un tarea, en Jalisoc,  y no volvieron a sus casas. Desaparecieron.

Casi un mes después, la Fiscalía del Estado anunció que los cuerpos de  Jesús Daniel Díaz GarcíaMarco Francisco García Ávalos y José Salomón Aceves Gastelum habían sido disueltos en ácido. ¿La razón? “Estaban en el lugar equivocado”.

Las autoridades señalaron que la casa en la que fueron a grabar para hacer su tarea pertenecía a un cártel y los contrarios los captaron y asesinaron.

Las movilizaciones comenzaron desde que se supo de su desaparición, primero familiares, compañeros, luego, se sumaron organizaciones y la sociedad en general, principalmente en la Ciudad de México y Guadalajara.

 

AAG/LGG