¿Navidad? No importa. Mandan a lo recóndito la Romería Mayor de la Central de Abasto

 

Está tan alejada que el Gobierno capitalino anunció una ruta especial del Cedabús


Es raro mirar espacios con poco bullicio en la Central de Abasto. Pero aquí, la falta de nidales de venta y de gente hace que lo desolado del paisaje se acentúe aún más, y ya es mediodía. No hay pasillos de cemento ni techos, sólo tierra y polvo, y aún así la llaman Corredor Ecológico. Este es el escenario de La Romería más grande del año en en la Ciudad de México y el país, la de Navidad. Pero, otra vez la mandaron a lo recóndito.

Entre los pocos vendedores que ya se encuentran instalados, bajo el sol y entre piedras, está Rita Moreno Nuevo, quien asegura que en 2016 cumple 15 años consecutivos en los que asiste a la vendimia navideña, sin embargo, se dice inconforme por el cambio de lugar que se dio en 2015.

PUEDE INTERESARTE: Comercio electrónico aumenta 59% en un año

“No nos parece bien (el lugar) porque hay mucho polvo. Para nosotros estaba mejor adentro de la Central de Abasto porque entraba más gente. El año pasado estuvo bajo, porque mucha gente no supo dónde estábamos”, a rmó.

Ni hablar de la vendimia del Corredor Ecológico que fue anunciada “con bombo y patillo” por las autoridades capitalinas y hasta ayer sólo estaba la mitad de los puestos.

Los colores que caracterizan a esta época del año escasean, pocas son las piñatas que se aprecian, sólo la or de Nochebuena surge como una esperanza entre este complicado panorama que parece tan lejano y diferente de las luces y la alegría que estas festividades representan para las familias mexicanas.

Los precios son variados, hay nochebuenas desde 18 pesos hasta los 35, dependiendo el tamaño. Lo mismo que los pesebres, como los que hace de manera artesanal Juan Carlos Álvarez Peralta, proveniente de la zona de la Ajusco, “los pequeños los tenemos a 20 pesos, 100 y 150, el más caro”.

“Todo esto es madera muerta –dice Álvarez tocando uno de los pesebres que tiene a la mano–, la madera blanca la sacamos de las madererías, lo que ellos llaman leña y lo rústico lo recolectamos en el monte. El pastito lo podamos de los llanos, pedimos permiso a los dueños, y lo cortamos”, mani esta con orgullo por el tiempo invertido.

Los niños también saben vender, que las pacas de musgo valen 50 pesos o el heno traído de Puebla cuesta 6 pesos el kilo. El comercio lo han aprendido de familia y lo practi- can todos los días.

Unos pocos compradores comienzan a llegar para surtirse, “los precios están accesibles. Llevó heno, musgo, guías, casitas; la or que traen de Michoacán está bonita, sí le ahorra uno”, expresa una mujer cu ya camioneta va repleta de artículos navideños y despensa.

MIRA TAMBIÉN: Cerca de 100 mil pesos. Reventa hace su agosto para el Texans y Raiders del lunes en el Azteca

Sin embargo, hace evidente su descontento con la reubicación, “lo mandaron bien lejos. El año pasado batallamos mucho para llegar acá, no ubicábamos.

“El lugar estaba horribilísimo, el año pasado costaba mucho trabajo caminar, allá en las nochebuenas”, reprochó.

Tan lejos está La Romería Mayor del bullicio cotidiano de la Central que el Gobierno capitalino anunció una ruta especial del Cedabús, que hará recorridos especiales para trasladar a usuarios que necesiten llegar hasta donde mandaron a los 800 comerciantes que ahora apartaron a un lugarcito. Y seguro hay más cosas extrañas aquí.

TE RECOMENDAMOS

Formas de pago, clave para cuidar finanzas

AR