Pide Vera política pública en favor de migrantes

 

Señala el obispo de Saltillo responsabilidad de los países expulsores


El obispo de Saltillo, Raúl Vera, llamó a establecer políticas públicas certeras a fin de evitar que los migrantes sigan siendo carne de cañón para el crimen organizado y la trata de personas, situación que padecen en México muchas veces porque hay contubernio con elementos de seguridad pública de los tres niveles de gobierno, así como de agentes migratorios.

Uno de los principales motivos que alientan la migración, señaló, son los modelos económicos, pues las políticas de desarrollo van dirigidas a una mínima parte de los pobladores de la mayoría de las naciones; es decir, que se genera una política social de desgaste desproporcionado para la vida humana. Advirtió que, derivado de lo anterior, la migración seguirá creciendo.

Vera también se refirió a la responsabilidad de los países expulsores de migrantes al no respetar su derecho a una vida digna. “La gente migra porque no puede sobrevivir en su país. Deben encararse las causas y los nombres de los causantes que producen de manera sistemática la violencia y la pobreza”, sentenció, al advertir que el problema de la migración es fundamental que se aborde desde el origen, el tránsito y ahora el retorno.

El control de los migrantes es parte de todo un esquema de violencia que obedece a las políticas migratorias mexicanas al servicio de Estados Unidos, denunció Vera.

Para el religioso este control comenzó con el Plan Mérida, que lejos de terminar con la violencia: “donde llegaban los militares la violencia se acrecentaba bajo la excusa de que se estaba protegiendo a la población civil; el objetivo fue el control de población y la coordinación. El control de los migrantes es parte de todo un esquema de violencia”.

En la conferencia “Albergo y cobijo”, que dio inicio a las jornadas sobre migración en México, el obispo recalcó que la politica de detención, detección y deportación aplicada a migrantes centroamericanos y mexicanos en Estados Unidos, se instaló en nuestro país desde la política intervencionista por medio del Plan Mérida y del plan integral frontera sur.

“Ambas, estrategias operadas por el Estado mexicano, logran que desde Suchiate, Chiapas, hasta el Río Bravo, México sea un territorio fronterizo para los Estados Unidos –agregó–; si en algún lugar de México están suspendidos los derechos humanos son los corredores por donde pasan los migrantes a Estados Unidos, porque todo se les puede hacer que nada se cobra”.