Piden sanciones, pero no expulsión de panistas

 

Cecilia Romero Castillo, se manifestó a favor de que se apliquen sanciones en contra de los senadores de su partido


La vicecoordinadora del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Cecilia Romero Castillo, se manifestó a favor de que se apliquen sanciones en contra de los senadores de su partido que han ido en contra de la línea marcado por su dirigente nacional, Ricardo Anaya.

Considero que esos senadores tomaron decisiones a título personal y sin haber consultado al partido por lo que se merecen un castigo.

Interrogada sobre la exigencia de algunos militantes para que Roberto Gil, Ernesto Cordero, Javier Lozano, entre otros senadores, sean expulsados de las filas del PAN, dijo que esa es una decisión que debe tomar la Comisión de Orden.

“A mí me parece que el hecho de haber llevado a cabo una acción sin una consulta con el grupo parlamentario o con el partido pues sí es una acción que merece una sanción. De qué tipo, de que envergadura, pues eso lo tiene que decidir la comisión de orden a donde fueron turnadas las peticiones de sanción que se presentaron”.

La diputada Romero Castillo considero que ese grupo de senadores no debe ser expulsado, pero sí sancionados por su comportamiento.

Asimismo, confió en que en el recinto legislativo de San Lázaro se acaben las confrontaciones políticas entre su partido y el PRI y que todos los grupos parlamentarios se pongan a trabajar  en este periodo de sesiones para que se saquen temas importantes que están pendientes.

Cecilia Romero admitió que hechos como los ocurridos en días pasados como la no instalación a tiempo de la mesa directiva y los abucheos de que fue víctima su coordinador parlamentario Marko Cortés, afectan de manera severa la imagen de la Cámara de Diputados ante la Sociedad.

“Por una parte como que sí es algo ambivalente; por un lado sí se demuestra que cuando se tiene una convicción respecto a un asunto que debe ser aprobado o no debe ser aprobado como el fiscal carnal, ahí hay posibilidades de ejercer presión política válida para que no se dé aquello que se considera es dañino; creo que eso es favorable.

“Desgraciadamente por otro lado es que lo que sale, lo que surge y que ocupa titulares es el escándalo, es el grito, es la denostación, que hay que aceptarlo, también se da en el Congreso. Entonces me parece que es una situación ambivalente que queda después de lo ocurrido la semana  pasada”, preciso

Lamento que no haya civilidad política y disciplina entre los priistas, “pero yo también espero que de ese momento tan desafortunado como el que se dio, las cosas hayan se superen y empecemos a trabajar en la Cámara como corresponde”.