¿Qué sucede con las armas que asegura el Ejército y las del desarme voluntario?

 

Se encuentran bajo estricta vigilancia


Todas las armas que son incautadas por el ejercito mexicano son resguardadas en un almacén del Campo Militar número 1 de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Estos almacenes cuentan con estricta vigilancia para evitar que las ramas sean robadas. Son custodiadas por cinco retenes, un circuito cerrado, patrullajes y custodios de policías militares.

Para ingresar al lugar donde se encuentran las armas se debe pasar por puertas inteligentes que miden hasta el peso de los individuos que entran, y éste debe coincidir en la entrada y la salida.

Las armas más decomisadas son pistolas, fusiles de asalto, cartuchos y granadas. Entre las pistolas incautadas se han encontrado unas bañadas en oro, con incrustaciones de diamantes, con figuras talladas en madera y hasta modificadas tecnológicamente.

Cada arma que ingresa en el almacén es clasificada, fotografiada en todos sus ángulos, se registran todos sus números de serie y se les coloca un chip para que puedan ser ubicadas por radiofrecuencia.

Las armas son resguardadas porque forman parte de pruebas en procesos penales, una vez que se dejan de utilizar se hace una destrucción masiva de las armas, tanto las decomisadas como las que son cambiadas en desarme voluntario.

La mayoría de las armas son destruidas, cortadas y fundidas; algunas se guardan para el entrenamiento del del personal militar y otras pocas, son enviadas a museos militares o civiles por su valor, su historia o sus modificaciones tecnológicas.

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JCA