Zimbabue y el eventual fin de una de las dictaduras más longevas

 

Mugabe fue, durante casi cuatro décadas, todo poderoso en Zimbabue


Se habla de que en los últimos días en Zimbabue ocurrió un golpe de Estado. Por definición un golpe de Estado es la ruptura del orden constitucional que ocurre en un país y que se origina dentro del propio Estado.

El problema es que en Zimbabue nunca ha habido propiamente lo que podría llamarse orden constitucional.

Desde su independencia de Reino Unido en 1980, Zimbabue fue gobernado por el líder de la lucha independentista Robert Mugabe.

Este fenómeno no es único en África. Lo mismo ocurrió con Jomo Kenyatta en Kenia, con Julius Nyerereen en Tanzania, con Ahmed Ben Bella en Argelia y con Kwame Nkrumah en Ghana, entre muchos otros.

Mugabe, en los últimos 37 años, ejerció en Zimbabue un régimen dictatorial sanguinario, absolutamente intolerante con la disidencia y sin ninguna noción de respeto a los derechos humanos. Fue durante casi cuatro décadas todo poderoso en Zimbabue, sin embargo, no ha podido evitar el paso del tiempo. El tirano tiene 93 años y ya no sabe muy bien cuál es el día en el que vive. Su esposa Grace Mugabe de apenas 52 años era quien, hasta hace unos días, controlaba los hilos del poder. Es contra esta situación que el ejército dirigido por el general Constantino Chiwenga se levantó, privando de su libertad tanto a Mugabe como a sus más cercanos colaboradores, incluida su mujer. Todo indica que ahora, el recientemente destituido vicepresidente Emmerson Mnangagwa tomará el relevo al frente del país, y a Robert Mugabe lo obligarán a dimitir y lo mandarán al exilio, o bien lo mantendrán como pieza de museo en lo que su gloriosa vida llega a su fin. Al final de cuentas estamos hablando del ¡padre de la patria! Hay, pues, mucho por definirse en el futuro político de la antigua Rodesia del Sur.