“La crónica nos salva de las Fake News”

 

La ganadora del Princesa de Asturias revela como nació su pasión por el periodismo


En tiempos de posverdad el periodismo de crónica es lo que puede salvarnos de las fake news, pues aunque no es una obligación hacerlo, contribuye con la sociedad, señalo la periodista y escritora mexicana Alma Estela Guillermoprieto (1949), galardonada con el Premio Princesa de Asturias 2018.

En una charla con la catedrática y escritora Rosa Beltrán, organizada en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario de la UNAM, la reconocida escritora aseguró que el género de la crónica periodística ofrece la necesidad de ir digiriendo la información, ir pensando, criticando y opinando, elementos que la imagen trasmitida por televisión muy pocas veces proporciona.

“Lo que percibes con el ojo, es con lo que te quedas, y eso ha sido uno de los grandes peligros de la cultura televisiva en toda América Latina, no sólo de Televisa”, puntualizó.

La autora de los libros El año en que no fuimos felices y La Habana en un espejo, consideró que en la actualidad América Latina atraviesa por el fenómeno de “la rabia”, por lo que los políticos que la encaran, “son quienes van a tener éxito”.

“Este momento del capitalismo me parece particularmente difícil. La rabia que provoca el consumismo nunca tiene suficiente; y si eres pobre y marginado nunca tienes nada”, externó.

Durante la charla Guillermoprieto hizo un repaso por algunos capítulos más importantes de su vida, misma que comenzó a los 12 años en el Ballet Nacional de México, profesión dancística que posteriormente, por una cuestión fortuita, le abriría la posibilidad de viajar a La Habana, Cuba, para descubrir el inicio de su verdadera vocación.

“No fue un viaje tanto de descubrimiento, sino todo lo contrario, porque todo lo que yo pensaba que valía la pena, ahí me dijeron que no era importante. Sin embargo, fue un encuentro que me llevó a renunciar a la danza”, recordó.

La motivación por hacer su primera crónica llegó “por aquellos accidentes que han gobernado mi vida. Alguien me regaló una tele justo en el momento en que se iniciaba la insurrección del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua”.

Al ver esa escena de euforia extraordinaria de gente tan pobre y de un país del cual nadie había oído hablar, pero que estaba en televisión, pudo ver a “esos muchachos flacos vestidos de verde olivo y a todo un pueblo miserable en la calle aclamándolos, entones dije: yo quiero ver eso con mis propios ojos. Descubrí una manera de ver y vivir la vida”, dijo.

A lo largo de los años, Alma Guillermoprieto se ha destacado por contar de manera extraordinaria la relación de esos gobiernos con la TV.

“Desde que me regalaron aquella televisión, este aparato se volvió para mi una manera de ver el mundo como lo veía la gente. Porque la televisión nos da la imagen del mundo casi siempre, a menos que salgamos nosotros a descubrirla”, señaló la periodista mexicana.