Se mantiene el gasolinazo

 

La Ley de Ingresos rechaza posibilidad de disminuir precio


Con recursos adicionales por 43 mil 291.4 millones de pesos, un ajuste al alza en el cobro del ISR para las personas físicas y con la negativa de recortar los impuestos especiales a las gasolinas, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Ingresos 2018 por un monto de 5.2 billones de pesos.

Los legisladores realizaron cambios a la propuesta del Ejecutivo Federal al aumentar la estimación en el tipo de cambio de 18.10 a 18.40 pesos por dólar e incrementar el precio promedio de petróleo de 46 a 48.50 dólares por barril y realizaron un nuevo cálculo de mayor recaudación por los ingresos tributarios y no tributarios.

Los recursos adicionales que se obtendrán con estos cambios se destinarán a la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos registrados el mes anterior.

Además, se avaló un aumento de mil millones de pesos en el techo de endeudamiento para la Ciudad de México, al autorizarse 5 mil 500 millones de pesos.

En cuanto al Impuesto Sobre la Renta (ISR) se prevé que la tarifa de las personas físicas se deberá actualizar una vez que la inflación acumulada supere 10 por ciento desde la fecha en la que se actualizó por última vez, y por concepto del gravamen se obtendrá una recaudación adicional de cerca de cuatro mil millones de pesos.

El diputado de Morena Vidal Llerenas criticó al PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, por votar en favor de la Ley de Ingresos y dijo que esto implicará que algunas personas paguen más por ISR.

Los priistas Yérico Abbramo Masso y Jorge Estefan Chidiac aseguraron que los cambios son en beneficio de los contribuyentes.

PAN y PRD se adjudicaron haber integrado al proyecto elementos como las facilidades fiscales en materia de donativos, importación de combustibles y apoyo al campo, entre otras, pero criticaron que el PRI se haya negado a disminuir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas para de esta forma bajar su costo.

Los priistas volvieron a justificar su negativa a recortar 50 por ciento los impuestos especiales a las gasolinas, al afirmar que, de haberlo hecho, se hubiese abierto un boquete presupuestal de 170 mil millones de pesos.