Se agarran en inicio del TLC

 

Por EU, Lighthizer critica la estructura de la alianza


WASHINGTON DC.- Una verdad inobjetable es que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se venza y, en este sentido, ocho meses después de asumir la presidencia de Estados Unidos (EU), Donald Trump puede decir está cumpliendo una de sus promesas de campa- ña: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o NAFTA por sus siglas en inglés.

Después de 90 días de consultas con el sector privado y con expertos, Canadá, EUy México, iniciaron de manera oficial su renegociación, misma que en principio se desarrollará en siete rondas, la primera de las cuales termina el domingo 20.

Quizá Trump había imaginado que el inicio de la renegociación del tratado hubiera podido ser capitalizado como un éxito político en virtud de que llevarla a cabo fue una de las más convincentes promesas que terminaron llevándolo al poder.

Sin embargo, el azar o su imprudencia quisieron que al menos en la Unión Americana el inicio de las renegociaciones pasara prácticamente desapercibido al verse totalmente opacado por el enésimo escándalo en el que se ha involucrado el polémico presidente Trump.

Resulta que al magnate inmobiliario y hombre más poderoso del planeta se le hizo fácil externar juicios de valor sobre el incidente en Charlottesville, Virginia, en el que un grupo de supremacistas blancos y neonazis arremetieron contra manifestantes que se les oponían pacíficamente ocasionando el atropellamiento de varias personas y la muerte de dos de ellas y lesiones a al menos 35 más.

En uno de sus deslices, Trump sostuvo que la tragedia en todo caso habría sido responsabilidad de ambas partes y que en ambos grupos había buenas personas.

En un hotel del centro del Distrito de Columbia este proceso dio inicio con una conferencia de prensa conjunta en la que los líderes negociadores de todas las partes manifestaron su posición.

Fueron patentes las coincidencias entre el secretario de Economía (SE) mexicano, Ildefonso Guajardo Villarreal, y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, quienes ponderaron el valor de preservar lo que ha dado buenos resultados y de avanzar en aquellas áreas que constituyen una ventana de oportunidad para alcanzar mayor crecimiento económico, comercial y de desarrollo social.

Como era de esperarse, la nota discordante la dio el representante de Comercio de EU, Robert Lightizer, quien señaló de manera muy enfática que cientos de miles de trabajadores de su país habían perdido su empleo como consecuencia directa del tratado.

Aunque las palabras de Lightizer no sorprendieron a nadie en virtud de que este tipo de aseveraciones son cosa de todos los días cuando de la administración Trump se trata, sí incomodaron a los integrantes de la delegación mexicana, compuesta además por los negociadores propiamente, por un grupo de ocho senadores y por 50 empresarios, encabezados por Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).