12 años preso sin sentencia

 

El relato sin ficción de Volpi gira en el caso Florence Cassez


Híbrido entre literatura y periodismo que intenta “destapar las ficciones construidas por la autoridad”, el libro ganador del premio Alfaguara de Novela 2018, escrito por el mexicano Jorge Volpi, podrá sentar un precedente en México: que la inteligencia y la investigación sin consigna triunfen sobre la justicia a la carta, al mejor postor, en un sistema de procuración e impartición de justicia puesto al servicio de lo mediático y lo político. Triunfo del pensamiento libre sobre la cínica invención de culpabilidades.

Una Novela Criminal es el título provisorio de un texto construido con recursos propios de la literatura, pero sin traicionar a la verdad, como describe el propio Volpi, director de Difusión Cultural de la UNAM desde finales de 2016.

El relato sin ficción de Volpi gira en torno de un escándalo internacional que llevó al extremo de confrontar a dos presidentes –Nicolás Sarkozy, de Francia; Felipe Calderón, de México– ambos de derecha, ambos llenos de soberbia y trepadores que aprovechaban políticamente un caso criminal con culpables inventados de principio a fin. Un montaje como verdad histórica para recrear la captura, el 8 de diciembre de 2005, de la francesa Florence Cassez Crepin y su exnovio mexicano Israel Vallarta Cisneros.

Florence fue liberada después de más de siete años de prisión, el 23 de enero de 2013. Israel cumplió ya más de 12 años tras las rejas sin haber recibido sentencia.

Una cruel caricatura de la “justicia pronta y expedita”.

Además, fueron capturados otros dos hermanos y tres sobrinos Vallarta, intento de construir una organización de delincuencia organizada, pues dos no bastaban para ello. Han ido saliendo libres por falta de pruebas.

La francesa ganó un amparo que le permitió salir libre aquel 23 de enero, cuando una mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó que se le violaron sus derechos humanos, se le impidió la asistencia consular siendo extranjera, no se le respetó el debido proceso y hubo un montaje, el 9 de diciembre de 2005, para fingir y engañar a la opinión pública mediante un operativo acordado entre la policía y el duopolio televisivo, que pretendía hacer creer que “los secuestradores” eran sorprendidos y capturados in fraganti ese amanecer en el rancho Las Chinitas, al sur de la ciudad, mientras falsamente se liberaba a tres supuestas víctimas de secuestro. La captura real ocurrió un día antes.

“Es imposible confiar en lo que dice el expediente”, explicó Jorge Volpi, al reconocer el trabajo de otros periodistas que ayudaron a descubrir la farsa de la “francesa secuestradora” y su cómplice mexicano Israel Vallarta. La capacidad profesional de ver a través de las mentiras oficiales de July García, Denisse Maerker y otros colegas, pero sobre todo la incisiva, metódica, exhaustiva investigación de la corresponsal belga Emmanuelle Steels, hasta revelar cada detalle de la invención de una banda de secuestradores, “Los Zodiaco”, que nunca existió, inspiraron a Volpi para escribir la novela ganadora, con reminiscencias de obras similares, como A Sangre Fría, de Truman Capote.

Si Genaro García Luna, la ex procuradora Marisela Morales y los incondicionales de ambos no reciben sanción, “querrá decir que los mexicanos seguiremos a merced de policías, procuradurías, jueces y magistrados corruptos”, escribí en el libro El Affaire Cassez, hace más de cuatro años y medio. Una profecía hoy tristemente cumplida.

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