La doble moral de la Iglesia Católica

 

Habrá que pedirle a todos los altos miembros de la jerarquía católica, que prediquen con el ejemplo


Respecto al asunto de la propuesta presidencial de aprobar los matrimonios igualitarios, el cardenal Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara, aseguró que la gran mayoría de los ciudadanos piensan correctamente y reprueban dichos excesos del Gobierno, mismos que obedecen a imposiciones del “gobierno del mundo”, ante los cuales nadie debe quedar pasivo. “Todo ciudadano tiene la obligación de ayudar, de reclamar la libertad y la democracia, frente a un gobierno dictatorial”.

Le pide –al igual que todos los miembros de la Iglesia Católica– a los políticos y legisladores que “no claudiquen, no voten iniciativas que dañan la moral natural. Recordemos siempre que habrá un juicio de Dios”.

Habrá que pedirle no sólo a Sandoval, sino a todos los altos miembros de la jerarquía católica, que prediquen con el ejemplo y antes de criticar las acciones de los gobiernos federal y estatales, hagan lo que no han hecho en años: dejar de defender a los sacerdotes pederastas.

Ahí están los casos –tristemente famosos– de los 65 sacerdotes denunciados por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes que fueron acusados en Estados Unidos por abuso sexual y que se encuentran en las diócesis de México.

A Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, lo acusaron de proteger a varios sacerdotes pero en particular a Nicolás Aguilar Rivera quien abusó de por lo menos 60 niños.

Está también el caso de Manuel Ramírez García, sacerdote de San Pedro, Nuevo León, quien fue acusado por 13 niños de abusar sexualmente de ellos.

Está el reciente caso del sacerdote oaxaqueño, Carlos Franco Pérez Méndez, quien hace unos días tuvo que salir intempestivamente de una conferencia de prensa luego de que varias personas, quienes aseguraron ser testigos de presuntos abusos por parte del religioso. Incluso una mujer le espetó en su cara: “¡Yo te vi, yo subí al cuarto!”.

Por último, está el sacerdote Eduardo Córdova Bautista, de San Luis Potosí, acusado de casi un ciento de casos de pederastia.

Son casos públicos pero no se entiende que defiendan el no a los matrimonios entre personas del mismo sexo con pasión y fervor, y se olviden de los niños que han sufrido por el abuso de sacerdotes. Es, a todas luces, un caso de doble moral, de doble cara.

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@GarciaJJavier