¿Alan Pulido, y El Mochaorejas?

 

El secuestro es una de las crisis más devastadoras que puede llegar a enfrentarse


Daniel Arizmendi López ,conocido como “El mochaorejas” por la costumbre de mutilar las orejas de sus víctimas para presionar a sus familias a pagar grandes cantidades de dinero a cambio de no hacerle daño al secuestrado, dentro del modus operandi que seguía con su banda de secuestradores era la de extorsionar o coludirse con familiares de los probables secuestrados para conocer todos los datos importantes y así planear los secuestros y recompensas por las víctimas.

No cabe duda que los secuestros son un problema en varios países yen México, poco a poco, el fenómeno parece no disiparse, ya que desde hace varios años se produjo muchos casos. La creciente presencia de redes de narcotráfico y criminalidad organizada dedicados a la extorsión, lo que requiere que las autoridades locales y federales fortalezcan las instituciones.

Las estadísticas de secuestro son alarmantes de acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entre octubre y diciembre de 2015, en distintas ciudades mexicanas, se produjeron 341 casos. A ese dato, quede por sí es bastante gráfico sobre la problemática en ese país, se suma que en todo 2015 en México hubo 1,307 secuestros. Estos altos índices hacen que México sea, según estudios comparativos el país más afectado por ese delito.

El tema genera gran preocupación en las autoridades, que son cuestionadas por la falta de acciones preventivas concretas. Dentro de los estados con mayor número de secuestros en 2015, sobresale Tabasco con 327 casos, el Estado de México 187, y Veracruz con 116.

El secuestro es una de las crisis más devastadoras que puede llegar a enfrentarse. El impacto sufrido por la persona secuestrada también es traumático, ya que lucha con diversos sentimientos, sobre todo una sensación de traición y pérdida de confianza. Estas no son las únicas personas afectadas por el secuestro. También sufren hermanos y hermanas, abuelos y otros miembros de la familia, así como también sus amigos.

En este contexto, estudios del perfil psicológico criminal de los secuestradores, la edad de los secuestradores oscila entre los 25 y 35 años, con antecedentes delictivos principalmente en los delitos patrimoniales, generalmente son delincuentes gregarios, es decir actúan en grupo y de manera organizada, los secuestradores pueden variar desde criminales callejeros, ejecutores de “Secuestros Express”, hasta organizaciones criminales, guerrillas, traficantes de droga, ex policías corruptos, los secuestradores se caracterizan por su frialdad, alta peligrosidad, insensibilidad, agresividad, egocentrismo, indiferencia afectiva y la manifestación de conductas antisociales, al disponer totalmente de la libertad, la integridad y la vida misma de la víctima, el delincuente exhibe violencia, con objeto de demostrar su fuerza y su decisión de destruir, frente a la desprotección de la víctima, el secuestrador asimila los padecimientos, súplicas y ruegos del secuestrado como si se tratara de hechos aislados con una aparente insensibilidad y suele utilizarlo para controlarlos, someterlos y lograr su objetivo final.

Docente universitario*

[email protected]

Twitter @edgar__douglas

 

GG