Vistazo chamula

 

Epicentro y pulso de numerosos movimientos sociales


Paupérrimo como otros, el campo chamula apenas aporta para autoconsumo. Algodón, lana y piel son las materias primas de una devaluada industria artesanal de la que ropa y hasta instrumentos musicales son socorridos.

Pero las joyas de la corona con las pulseras de cuentas con las que, pequeños bribones “asaltan” ex profeso al visitante, dicen expertos. Aunque el turista es atraído por los usos y costumbres que rigen en San Juan Bautista, San Pedro y San Sebastián, los barrios que conforman este centro ceremonial en el que sus panteones coronados por Chul Metic (Dios Madre) y a Chul Totic (Dios Padre) son piedra angular. Allí se erige el lugar donde el sincretismo religioso da su máxima expresión: el templo de San Juan Bautista, mezcla la tradición cristiana con las raíces prehispánicas, bien profundas en el coraje y la pasión por el terruño.

La mística chamula se remonta al calvario tras la destrucción de su centro ceremonial tzotzil por los  españoles que los humillaron forzándolos a vivir por siglos con pueblos que antes les pertenecían. Pasaron dos particiones de Chiapas sin que el pueblo Chamula viera la autonomía hasta que el 4 de julio de 1925, el gobernador, Carlos A. Vidal, le concede el estatus de municipio libre. En el inter la sangre chamula había pugnado por su libertad con dos levantamientos.

Uno de ellos conocido como “Guerra de Castas” en la segunda mitad del siglo XVII. Perdieron y, por decreto del gobernador Pantaleón Domínguez, fueron condenados al trabajo asalariado en las fincas del Soconusco. Este pueblo ha sido epicentro y pulso de numerosos movimientos sociales. Sus 82 kilómetros de extensión son un mundo indómito,  trofeo y castigo al unísono; cura y mal enlos devenires de política y gobierno; hoy de nuevo noticia, aunque el león no es komo lo pintan.

@MarioALeon