Alto riesgo

 

Se cumple el pronóstico tantas veces anunciado del regreso de Luis Videgaray al seno del Gobierno


Y ahora se cumple el pronóstico tantas veces anunciado del regreso de Luis Videgaray al seno del Gobierno, suponiendo que alguna vez estuvo afuera, porque una cosa es ser secretario y otra, tener el oído del Presidente.

En ese sentido, confieso mi admiración por el valor del presidente Peña y del doctor Videgaray. Y es que, con la decisión todavía caliente y la saliva fresca de las amenazas de Trump –a través del pájaro azul– contra todo aquel que se atreva a invertir en México, y con el país literalmente incendiado por las repercusiones sociales del gasolinazo; el Presidente decidió designar a su alter ego para el cargo más difícil que deberá meterse sin látigo en la jaula del león.

Difícil porque los sentimientos de los pueblos no tienen nada que ver con la racionalización, y la verdad es que toda esta historia de nuestras relaciones con el guía Trump está llena de sentimiento, a pesar de que la racionalidad diga que así como hicieron otros personajes de la historia, Trump no concede tregua ni descanso a los más débiles.

Y los más débiles somos los mexicanos con un Gobierno que ahora tiene la necesidad y la obligación de hacer frente a una crisis que no inventó pero que sí administró, en medio del peor momento posible ante la subida de la gasolina, la retirada de Ford y la idea de que no hay manera de aplacar al nuevo líder –führer en alemán– de los Estados Unidos de América.

Pero no se trata de que no nos haga daño, no se trata de que no nos declaren la guerra, o de que nosotros se la declaremos, porque la guerra ya empezó, y de todas sus amenazas la parte más fácil y barata seremos los mexicanos.

El problema está en saber si el doctor Videgaray desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, piensa que es posible un pacto con la lógica del especulador, sólo que ahora no compra inmuebles, sino sentimientos en el corazón resentido de los que le votaron.

Y si no ha llegado ahí para pactar con Trump, me sorprendería. Porque sería como la segunda jugada maestra el hecho de que fuera él, precisamente él, quien se sentara e hiciera un acuerdo con el único que en principio tiene la misma fuerza para aguantar todo lo que está sufriendo el pueblo de México.

Un pueblo que perdió la posibilidad de generar casi 3 mil empleos directos y 10 mil indirectos en San Luis Potosí, por la cancelación de la inversión de Ford para fabricar vehículos en ese estado.

Frente a eso hay que saber cuál es la instrucción del Presidente, si la paz que al parecer no ha sido posible, o la guerra en términos comerciales que con el conocimiento personal que tiene el doctor Videgaray del mundo Trump, podría defender los intereses nacionales pero desde la trinchera, no desde la alfombra.