Anaya vs AMLO: los debates

 

Anaya buscó en los debates convencer al elector, AMLO no hizo nada más que seguir pretendiendo recibir el voto del enojo antigobierno para ganar


Estamos a días de las elecciones presidenciales. Me parece que el enorme rechazo que la población tiene al actual gobierno deja en claro que el PRI no alcanza ya a tener posibilidades de retener la Presidencia. Asimismo, el rechazo que la inmensa mayoría tienen a la posibilidad de que llegue al poder un candidato que se ha caracterizado por sus ataques al sector empresarial, a la Suprema Corte de Justicia, al Ejército y Marina y que promueve un cambio radical de modelo económico de desarrollo permiten hacer un análisis del desempeño de Anaya y AMLO en la campaña, ambos con posibilidades de ganar.

Nuestra cultura de debates es joven, por tanto, no hay aún expertos en análisis de debates y menos cuando el grueso se la pasaron diciendo que AMLO administró su ventaja, esa que la dan uno de los instrumentos más desprestigiados en el mundo como son las encuestas. Lo que vimos fue un candidato que desprecia al elector al no prepararse para ninguno de los 3 debates para dar propuestas y confrontarlas en uno de los ejercicios más democráticos que las sociedades conocen. No preparado para ninguno de los temas pretendió pensar que la mayoría de los mexicanos sigue siendo tan ignorante y tan poca cosa como para pensar que no se daría cuenta de su desconocimiento sobre las materias.

Su discurso sobre su propia honestidad y combate a la corrupción quedó desenmascarado con los contratos que le dio al Grupo Rioboó dados a conocer precisamente en un debate para el que no se preparó.

Anaya, en contraste, se presentó como un candidato que le tuvo más respeto a los electores que por más de 35 millones presenciaron los debates al verse como una persona que le gusta prepararse, leer y aprender y no buscar en la supuesta ignorancia de los ciudadanos el refugio para esconder sus deficiencias.

Disciplinado y con temple, nunca pareció el más joven de los cinco candidatos, por el contrario, fue el que en los debates más buscó ganarse a los electores alejándose de la soberbia de sentirse merecedor del triunfo por el mero producto de descontento social. Anaya buscó en los debates convencer al elector, AMLO no hizo nada más que seguir pretendiendo recibir el voto del enojo antigobierno para ganar.