Arriba los precios

 

La cifra de 6.17 por ciento de la inflación anualizada es histórica


La cifra de 6.17 por ciento de la inflación anualizada es histórica. Cuando las autoridades se han encargado de evitar un sobresalto inflacionario y la preocupación por superar el 4 por ciento, la barrera se superó y demuestra que la economía de los bolsillos se encuentra golpeada.

La presión inflacionaria se explica por el aumento de los agropecuarios, que ganaron 6.5 puntos, las frutas y verduras, por ejemplo, reportaron un alza de 10.9 por ciento. Además, los energéticos presentaron una subida de 16.2 y las tarifas del gobierno, como la energía eléctrica, 8.8 por ciento.

Según los analistas, el subsidio a las tarifas eléctricas durante la temporada cálida favoreció el retroceso quincenal de los precios, aunque siguen sumándose presiones inflacionarias.

La inflación es un asunto que la sociedad entiende como un fenómeno cíclico que a final del día le afecta en el bolsillo. Y es que no existe una fórmula precisa para combatir su alza. En algunos países, los bancos centrales fijan tasas de interés y controlan la cantidad de dinero que circula en la economía.

Y es que la inflación es el aumento generalizado de los precios de los productos y es lo que hace, a la vez, que las personas tengan un mayor o menor poder adquisitivo, es decir, capacidad de compra.

Una forma tradicional es subiendo la tasa de interés, lo cual reduce la cantidad de dinero circulando, pero eso puede promover el desempleo y estancar el crecimiento de la economía. 

Lo ideal en la economía es que al estar la inflación bajo control, los recursos de una economía se asignan de la mejor manera para lograr mayor bienestar y crecimiento.

Para este punto es indispensable analizar y sumar al ahorro como un excelente mecanismo para combatir la inflación en la medida en que ahorrar implica, a su vez, que los ahorradores gasten menos, consuman menos.

El país debería transitar por el incentivo al ahorro como una medida atractiva que muchos bancos centrales consideran para controlar la inflación, lo que en ocasiones va de la mano con un castigo al consumo al encarecer los créditos o hacerlos más restrictivos, puesto que al elevar las tasas de interés del crédito disminuye el consumo e incentiva el ahorro por cuanto la tasa retributiva del ahorro también se ve incrementada.