Aspirantes inquietos

 

Tres aspirantes decidieron que sus ambiciones políticas son más importantes


El domingo pasado, tres aspirantes a la Presidencia de la República decidieron que sus ambiciones políticas son más importantes que el trauma nacional que ocasionaron los terremotos más recientes que dejaron casi medio millar de muertos y cientos de miles de damnificados y que a todos nos costarán decenas de miles de millones de pesos por concepto de gastos de la reconstrucción de lo que quedó destruido en cuestión de minutos los días 7 y 19 de septiembre.

Aparentemente convencidos de que la mayoría de los mexicanos están más preocupados por la elección presidencial del año entrante que por los efectos inmediatos y a mediano plazo de los sismos, los panistas Margarita Zavala de Caderón Hinojosa y Rafael Moreno Valle y el perredista Silvano Aureoles Conejo le enviaron una carta a los dirigentes del PAN, PRD y MC, los tres partidos que conforman el llamado Frente Ciudadano por México, en la que les piden que el candidato presidencial de dicha alianza partidista sea electo mediante “una elección abierta a la ciudadanía”.

Hasta el momento, los destinatarios de la misiva, el panista Ricardo Anaya, la perredista Alejandra Barrales y el emeceísta Dante Delgado Rannauro, no han respondido a la solicitud de los tres inquietos aspirantes. La presidenta nacional del PRD sólo comentó que los respeta y está dispuesta a escucharlos, aunque en otras ocasiones tanto ella como el coordinador de la Comisión Operativa Nacional de MC han manifestado estar a favor de que el candidato presidencial por el frente sea electo por medio una elección abierta a todos los ciudadanos.

En lo que a Anaya se refiere, éste ha expresado en múltiples ocasiones que “no hay condiciones para una elección abierta”, probablemente porque sabe muy bien que Margarita, si las encuestas no se equivocan, le ganaría la candidatura en un proceso abierto al público.

Todo indica que el PAN seguirá su propio camino si sus por ahora aliados insisten en elegir a su candidato presidencial mediante una elección abierta. Anaya está decidido a ser el abanderado panista en 2018 y sabe muy bien que en un proceso abierto probablemente perdería la candidatura frente a Margarita. Lo que ahora debe hacer es negociar con el PRD y MC su candidatura presidencial y las candidaturas de nueve gubernaturas que estarán en juego el año entrante, además de 128 senadurías, 500 diputaciones federales y otros dos mil 139 cargos públicos, como son diputados locales, presidentes municipales, integrantes de ayuntamientos y 16 alcaldes de la CDMX.

Al exigir que la candidatura del Frente Ciudadano sea por una elección abierta, los tres inquietos aspirantes sólo lograron que Anaya y los suyos se opongan más a una idea que sólo busca darle la candidatura a Margarita Zavala y otra oportunidad de vivir en Los Pinos a su marido Felipe.

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