Atisbos de cordura

 

Muchos se dijeron espiados sin aportar mayores pruebas


Hasta que por fin hubo un atisbo de cordura entre quienes tienen por tarea facilitar el acceso de los mexicanos a la justicia y a la información pública. El debate público suscitado por la presunta compra por parte del Gobierno Federal del sistema denominado “Pegasus”, presuntamente utilizado para espiar a periodistas, como si se tratara de un asunto urgente de seguridad nacional, ha ocupado amplios espacios en los medios de comunicación por las persistentes denuncias de algunos periodistas.

Muchos se dijeron espiados sin aportar mayores pruebas, más que la afirmación del reportero del The New York Times, quien después diría que nunca contó con ellas pero suponía que el Gobierno Federal lo tiene porque siempre hace ese tipo de vigilancia. Al paso de los días observaríamos que de lo que en realidad se trataba era de un montaje más instrumentado por los mismos de siempre, esos que combaten al Gobierno Federal desde la tribuna pública porque obedecen a motivos políticos distintos y tienen intereses muy definidos.

Ayer el Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción rechazó hacer un exhorto al Gobierno Federal para obligarlo a que proporcione informes acerca de la adquisición del programa “Pegasus”, con el que presuntamente se realizan acciones de espionaje en teléfonos y aparatos tecnológicos propiedad de periodistas y defensores de derechos humanos; es decir, de los mismos que siempre buscan motivos para hacer público su delirio de persecución.

Pese a la declaración del reportero Azam Ahmed en el sentido de carecer de las pruebas de su afirmación periodística, lo que habla de la verdadera finalidad del montaje con las andanadas de críticas y versiones infundadas de la supuesta vigilancia gubernamental, han seguido tratando de implementar cuanto mecanismo tienen al alcance para seguir con la sistemática tarea del desgaste.

Para decirlo de otra forma, los grupos encabezados por Carmen Aristegui y Emilio Álvarez Icaza se han montado en un conflicto que seguramente tendrá rendimientos políticos en la elección federal venidera.

También acudieron ante los integrantes del Sistema Nacional Anticorrupción, pero recibieron un fuerte revés porque la mayoría calificada de sus integrantes rechazó la demanda. Carlos Chaurand Arzate, presidente del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, fue más allá al señalar que las autoridades deben investigar el caso sólo si se confirma que existe delito por perseguir, pero eso es algo que hasta el momento nadie lo ha podido probar y comprobar. Así de simple.

El Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción rechazó hacer un exhorto al Gobierno Federal toda vez que no existen indicios certeros acerca de las afirmaciones realizadas por periodistas y defensores de derechos humanos, pero si de algo podemos estar seguros los mexicanos es que no habrá tregua, porque esta tarea para “desgastar” aún más al Gobierno Federal habla de que la elección presidencial del 2018 ya está en marcha, y se llama “Todos Contra el PRI”. ¿Habrá alguien que tenga duda de ello? Al tiempo.

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