Brexit y sus implicaciones

Recientemente se despertó el interés en el llamado Brexit, esto no es más que (abreviatura de British exit, “salida británica”). Hasta ahora, lo que se tiene es a unos 10 días de que tenga lugar el histórico referéndum, todos los sondeos dan ventaja a los euroescépticos.

De concretarse la salida, las primas de riesgo alrededor del mundo podrían verse incrementadas, debido a la inestabilidad política y una tendencia a revertir la globalización. Esto no sólo será una señal para la comunidad europea, sino que a nivel internacional es una muestra de que el modelo de unificación de políticas se comienza a agotar o requiere de un ajuste.

Según los analistas, Reino Unido no perdería demasiado en términos económicos si abandonara la UE porque se ahorraría las contribuciones al presupuesto europeo y podría seguir comerciando con los países de la Unión.

Hay un dato relevante, 13 por ciento de los ciudadanos europeos residen en Reino Unido y ese país representa 17 puntos porcentuales de la fuerza económica del viejo continente. Según la calificadora Fitch, la posible salida de Reino Unido de la UE (Brexit) tendría consecuencias negativas sobre las economías de los socios comunitarios y aumentaría los “riesgos políticos” para el bloque.

La calificadora advierte que lo que se advierte en el mediano plazo es que caerán las exportaciones de la UE al Reino Unido, si bien su efecto dependerá de los acuerdos comerciales que se establezcan entre ambos bloques y del “grado y duración de la devaluación de la libra esterlina”.

En tanto, la OCDE advierte que el Producto Interno Bruto (PIB) británico se contraería 5 por ciento para 2030 en caso de que Reino Unido abandone la UE. Además de que la UE impondría un impuesto del Brexit para los hogares británicos durante generaciones. En lugar de financiar servicios públicos, sería una pérdida neta, sin ningún beneficio.

En un escenario complicado, las bolsas europeas podrían perder hasta casi 25 por ciento de su valor inmediatamente después de conocerse los resultados de la consulta del 23 de junio. Así que un nuevo factor externo para frenar a la economía global está a la vista.

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