Calderón descalifica a Peña

 

Si las críticas fueran consecuentes, había que promover un juicio político a los responsables de semejante descomposición


De haberse producido en un marco diferente al de las campañas políticas, el juicio crítico del ex presidente panista Felipe Calderón respecto del actual mandatario priista Enrique Peña Nieto, en materia de seguridad, habría sido una bomba mediática y un reclamo casi histórico.

En el actual sexenio “no hubo una continuidad en la estrategia del combate al crimen organizado”, pues lo que se hizo fue “encerrar” a la Secretaría de Seguridad Pública dentro de una dependencia política, como es la Secretaría de Gobernación.

No solamente eso, sino que el abandono de la estrategia anticrimen que implementaba el Gobierno precedente ocurrió “con la complicidad del Partido Acción Nacional y el entonces diputado federal Ricardo Anaya”, convertido después en dirigente del PAN.

Calderón repetía este lunes, en entrevista con Radio Fórmula, los mismos argumentos que había ofrecido por escrito un par de semanas antes el que fuera su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien reapareció después de cinco años de ausencia con un libro titulado Seguridad con bienestar / Un nuevo modelo integral de seguridad (que en realidad es el viejo modelo que no pretende ni sugiere arrancar el poder económico a los grupos delincuenciales).

En la introducción del libro, García Luna criticó que se haya centrado la atención y el debate público en la modernización de las instituciones políticas, en las reformas económica y energética, “pero (se) desatendió la apremiante necesidad de fortalecer las instituciones responsables de la seguridad y la justicia nacionales”.

Lo expresa de otra manera: “la sociedad se transformó, pero las corporaciones de policía y los ministerios públicos se rezagaron como resultado del abandono de su capacidad orgánica, tecnológica y de operación”.

Hay una imputación gravísima: el aparato de seguridad del Estado mexicano permaneció “estático” (valga decir paralizado, pasivo, inactivo) ante la evolución criminal en todos los niveles del delito. En defensa de su propia estrategia, el expresidente Calderón dijo que básicamente consistía en no evadir a los criminales, no hacerse compinche de ellos y crear nuevas instituciones de seguridad.

Pero “encerraron a la SSP y arrumbaron la Plataforma México”.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva, sugirió que pudo haberse perdido la base de datos de Plataforma México en la cual había 500 millones de ellos.

Como se evidencia por estas declaraciones y el escrito de su hombre de confianza, Calderón y García Luna siguen creyendo a pie juntillas que nada superó a la estrategia que ambos operaron en su tiempo, pero que produjo una criminalidad exacerbada. Cuando desde el cenit de la violencia estaba por darse una curva descendente hacia la vieja normalidad, la inacción oficial en el actual sexenio propició que estemos en el punto más alto de la criminalidad en todos los tiempos en el país, sostienen.

Lo expresa así el prologuista autorizado del libro de García Luna, Tony Payán:

“Hay lecciones que se aprendieron durante el sexenio de Calderón, pero se desecharon durante el sexenio de Peña Nieto. Se perdió vuelo, se perdieron avances… La seguridad en México involucionó. Esto es lo que finalmente nos lleva al punto cero, al comienzo, a la situación en que el país se encuentra hoy”.

Si las críticas fueran consecuentes, había que promover un juicio político a los responsables de semejante descomposición. Pero sólo se trata de colocar piezas en el tablero de las campañas.