Candidatos sin substancia (1)

 

Empecé la casi concluida temporada electoral con cierto escepticismo


El domingo 4 de junio habrá elecciones en los estados de Coahuila, México, Nayarit y Veracruz.

En Coahuila elegirán un gobernador, 38 presidentes municipales y 25 diputados; en el Estado de México al sucesor del gobernador priista Eruviel Ávila Villegas; en Nayarit a un gobernador, 20 presidentes municipales y 30 diputados; en Veracruz a 212 presidentes municipales. En total, 328 mexicanos serán votados para ocupar cargos ejecutivos o legislativos. Además, ese día también serán electos miles de hombres y mujeres que conformarán los 270 ayuntamientos en tres de los cuatro estados, los concejales al ayuntamiento de Santa María Xadani, Oaxaca y los siete presidentes de comunidad en Tlaxcala.

Profesionalmente hablando, empecé la casi concluida temporada electoral con cierto escepticismo. Me pregunté si valía la pena entrevistar a aspirantes y candidatos en mis programas de radio y televisión en vista de que estoy convencido de que la mayoría de las personas ya no quieren escucharlos. Ahí están las encuestas que muestran como los partidos políticos y los profesionales de la política tienen menores niveles de aceptación que los muy desprestigiados policías mexicanos.

Tal vez sería mejor platicar al aire con policías, me dije, ya que por lo menos ellos pueden platicar sobre cómo el público los insulta, sus jefes los explotan y los defensores de derechos humanos muchas veces terminan trabajando para liberar a delincuentes que atraparon in fraganti.

Decidí entrevistar a algunos aspirantes o precandidatos a candidaturas para gobernador y después de platicar con media docena de ellos opté por cancelar el proyecto por la simple y sencilla razón de que, debido a las absurdas leyes electorales vigentes, un hombre o mujer que busca una candidatura no puede decir casi nada en vista de que el artículo 182 de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales señala que “… no podrán realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda, por ningún medio, antes de la fecha de inicio de las precampañas… Queda prohibido a los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular… cualquier otra forma de promoción personal en radio y televisión…”

Así las cosas, después de varias entrevistas donde no pude formular preguntas interesantes ni el aspirante decir cosas que valieran la pena, opté por dar por concluida mi participación este año como entrevistador de precandidatos o aspirantes.

Una vez que los partidos definieron a sus candidatos tuve que decidir si entrevistarlos o no durante el tiempo en que duraran sus campañas. Primero, determiné que no entrevistaría a cualquier candidato sólo por el hecho de serlo y que a mis programas sólo invitaría a aquellos que tuvieran una oportunidad real de ganar.

Luego, tuve que ver qué hacer con los candidatos de Morena, partido cuyo dueño no acepta que lo entreviste desde 2000.

(Continuará)