Cibereconomía
El reciente ataque cibernético global evidenció lo vulnerables que son las naciones y las empresas ante una amenaza imperceptible hasta que ataca en el corazón de los sistemas de cómputo.
El cibercrimen golpea el comercio, la competitividad y la innovación empresarial. Según los investigadores y epecialistas en el tema, se llega a golpear la generación de empleos.
Y es que son países como Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Turquía los que se encuentran en una situación crítica y bajo la lupa de los ciberdelincuentes, por lo apetitoso de esas economías.
Lo que se sabe es que en esta economía oculta, los ciberdelincuentes, ganan tres veces más que las empresas de seguridad. Esto se debe a que las compañías no están unidas y ello obliga a que éstas no sólo inviertan en seguridad, sino que capaciten a sus trabajadores como usuarios en la red y se activen protocolos de seguridad.
La ciberdelincuencia es un negocio mucho más rentable que cualquier otro, pero, sin olvidarnos de que es un delito. Sin embargo, hay países interesados en tener acceso a la red informática de otras naciones. El gasto puede ser elevado, pero los beneficios también son redituables.
Los datos personales de los ciudadanos de la Unión Europea son una mercancía valiosa para aquellos que comercian en la economía criminal digital. El robo de información personal y financiera utilizada para obtener de manera fraudulenta acceso a cuentas bancarias y tarjetas de crédito, o para establecer nuevas líneas de crédito, tiene un valor monetario y los delincuentes están negociando los datos de tarjetas de crédito.
El crimen organizado se beneficia de la globalización, moviéndose a diferentes países e incluso continentes para retirar efectivo utilizando la falsificación de tarjetas y en escalas mayores, la seguridad de las naciones también puede vulnerarse, así como conocer las entrañas de alguna estrategia gubernamental.
@drcamartinez
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