Auctoritas

 

Las recientes acusaciones en contra de las gasolinas ponen en alerta al sector automotriz


El sector industrial, principalmente el automotriz, debe entrar en un proceso de modernización en la producción para que se produzcan vehículos más amigables con el medio ambiente.

Las recientes acusaciones en contra de las gasolinas ponen en alerta al sector automotriz, pues si no son las gasolinas, la siguiente crítica pasará al ramo automotriz.

Según Pemex, 90 por ciento de gasolinas que importó México en 2015 proviene de Estados Unidos, el restante 10 por ciento de otros países como Italia, Gran Bretaña y Holanda, por lo que no existe combustible que provenga de China ni tampoco que sea de mala calidad.

Y es que la nueva norma emergente, que entrará en vigor el 1 de julio para la verificación vehicular, debe ir acompañada de una verificación más estricta del sector industrial y una aplicación más rigurosa de la NOM 086 referente a reducir contaminantes en los combustibles.

La crisis ambiental no es por gasolinas. En ningún momento durante esta administración se ha importado gasolina de China, pues 90 por ciento proviene de Estados Unidos, principalmente de Texas, y el restante de países europeos.

Aunque es claro que el problema no debe reducirse al tema de los vehículos, sino que en ese sentido, requerimos que la contaminación generada por la industria en general sea atendida con rigor.

Si bien es cierto que fijar límites de velocidad reduce los accidentes de tránsito, también lo es que mientras más tiempo les tome a los vehículos trasladarse del punto A al punto B por bajar la velocidad, más tiempo contaminan.

El consumo energético del sector transporte procede fundamentalmente de los combustibles fósiles y está asociado con los principales impactos negativos del transporte: cambio climático, contaminación atmosférica y problemas de salud.

Además, el consumo de gasolinas es particularmente sensible a la trayectoria del ingreso y poco sensible a los precios relativos. Esto tiene, en principio, consecuencias negativas sobre el cambio climático e implica limitantes importantes en el uso de los precios como instrumento económico para regular el consumo de gasolinas en México.

Y es que el argumento que viene es que no hay malas gasolinas, son los automotores los que no son buenos. Además se advierte que la industria utilice las mejores tecnologías limpias y la mejor calidad en sus fuentes de energía para reducir emisiones contaminantes.

La responsabilidad es compartida y se tendrán que hacer los ajustes necesarios para que se mejore el medio ambiente y no sólo se cargue todo al usuario, sino que también sean los industriales.

FF