Comisión de Cambios: intención y resultados

Terminamos el año pasado (viernes 30 de diciembre), con un tipo de cambio Fix (determinado por el Banco de México los días hábiles bancarios a partir del promedio de las cotizaciones del mercado de cambios al mayoreo para operaciones liquidables el segundo día hábil bancario siguiente), en 20.6194 pesos por dólar. El lunes 2 de enero se ubicó en 20.7332, lo cual resultó en una depreciación de 0.1138 centavos, equivalente a 0.55 por ciento. El martes 3 aumentó a 20.8520, lo que originó una segunda depreciación de 0.1197 centavos, correspondiente a 0.58 puntos porcentuales. El miércoles 4 (un día después del anuncio de la cancelación de las inversiones de Ford en México), el tipo de cambio Fix alcanzó un nuevo máximo histórico (nunca antes el dólar había estado tan caro), el primero del año (¿cuántos más habrá?), en 21.3799, lo cual generó una tercera depreciación, con relación al martes, de 0.5279 centavos, de 2.53 por ciento, y, con relación al viernes 30 de diciembre, y por lo tanto en lo transcurrido del año, de 0.7605 centavos, equivalente a 3.69 por ciento, ¡en solo tres jornadas! El jueves 5 el tipo de cambio Fix se ubicó en 21.3661, apreciación de 0.0138 centavos, igual al 0.06 por ciento, y el viernes 6 cerró en los 21.3144 pesos, con una segunda apreciación de 0.0517 centavos, equivalente al 0.24 por ciento. En la primera semana del año el tipo de cambio se depreció 0.6950 centavos, depreciación equivalente a 3.37 por ciento. Hasta aquí los hechos.

El jueves 4, un día después de la depreciación de 2.53 por ciento del miércoles 4, la Comisión de Cambios (responsable de la política cambiaria en el país, es decir, de la manipulación –o por lo menos del intento de manipulación– del tipo de cambio peso-dólar), emitió un comunicado con este encabezado: “La Comisión de Cambios decide vender dólares directamente en el mercado cambiario”, es decir, decide participar como oferente de la divisa estadounidense. ¿Con qué intención? ¿Con qué resultados? Continuará.