Con las lluvias, el espanto social

 

Dejan a su paso devastación similar a la de los horrores de la guerra


Nos llueve sobre mojado. A las devastadoras lluvias que sobre gran parte del territorio nacional se abatieron, dejando a su paso devastación similar a la de los horrores de la guerra, se sumó la información acerca de funcionarios públicos confabulados para llevar hacia empresas fantasma (128) millonarias cantidades del erario aportadas por los contribuyentes, incluso con la participación de empleados de universidades. “ Graduados en desaparecer dinero público”, se tituló el reportaje elaborado por la revista Animal político y la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

En septiembre del año 2014, Enrique Peña Nieto anunció la iniciativa para crear una comisión derivada de un falso diagnóstico: “La corrupción es cultural”, sentenció durante la ceremonia anual de “Los 300 líderes más influyentes del país”, impulsada por la revista Líderes. Los medios destacaron las palabras del presidente:

“Para hacerle frente tenemos que partir de reconocer esta debilidad, y entonces a partir del fortalecimiento de instituciones que permitan combatir prácticas de corrupción, que permitan definir políticas que sirvan o que inhiban eventuales prácticas de corrupción, será como estemos avanzando realmente en la formación de una nueva cultura ética entre la sociedad mexicana”.

Confunde el Presidente de la República la cultura con los aprendizajes (mañas) de grupos enquistados, aptos y prestos para recibir la orden de irse sobre el dinero público, mientras millones de mexicanos aún carecen de lo elemental para su bienestar, porque consideran al país, a sus ciudadanos y a las riquezas nacionales como propiedad que reciben con el nombramiento de titulares de las diversas dependencias públicas.

La rapiña, la avidez, la carroñera conducta de funcionarios públicos adheridos al peñismo, corresponde al perfil de quienes en su momento han expresado desprecio a los gobernados, reenviando desde Twitter “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y sólo critican a quien envidian”. El mensaje fue de @pau_95pena y su padre lo consideró “una reacción emotiva por mi error en la FIL.

Definitivamente fue un exceso y me disculpo por ello”. El error al que alude el Presidente fue que, en Guadalajara 2011, no pudo a mencionar tres de sus libros favoritos.

El amiguismo y el clientelismo se utilizan desde el poder para saquear a México con singular alegría, cinismo y desenfado. Sistemas anticorrupción, secretarías como la de la Función Pública, en los hechos son afanadoras que trapean los saqueos. Si algo caracteriza a este sexenio es la avidez para la fácil riqueza y la garantizada impunidad.

En países con instrumentos más eficaces para contrarrestar estos actos, la publicación de “La estafa maestra” hubiera generado despidos de funcionarios de primer nivel. Aquí se esquiva la acción punitiva y se aprovecha el sismo del jueves pasado para desviar la atención; la desgracia ocasionada por el movimiento sísmico se vuelve demagógico luto nacional, no declarado cuando desaparecieron a los estudiantes de Atyozinapa o los miles que ha generado la lucha contra el narcotráfico.

“La corrupción es cultural”, declara el Presidente y piensa que su televisiva imagen basta para que le creamos a pie juntillas. Pésimo su diagnóstico, si a bote pronto citamos al regiomontano Alfonso Reyes, su Cartilla Moral: “Se puede haber adelantado en muchas cosas y, sin embargo, no haber alcanzado la verdadera cultura. Así sucede siempre que se olvida la moral.

En los individuos y en los pueblos, el no perder de vista la moral significa dar a todas las cosas su verdadero valor, dentro del conjunto de los fines humanos. Y el fin de los fines es el bien, el blanco definitivo a que todas nuestras acciones apuntan”.

No es el bien común lo que caracteriza a este sexenio, al cual – adelantamos, deseamos– la historia no absolverá, ni a la secretaría que mediante el comunicado 166 (del lunes 4 de septiembre de 2017) da capotazo (y casi carpetazo) que a nadie convence: “La Secretaría de la Función Pública toma conocimiento de la información presentada por Animal Político y MCCI para incorporar cualquier posible nuevo hallazgo a sus investigaciones y procedimientos en curso. En todos los casos, esta secretaría realizará las investigaciones correspondientes hasta sus últimas consecuencias, e iniciará los procedimientos de responsabilidades que conforme a derecho correspondan… En el marco del Sistema Nacional Anticorrupción, la SFP refrenda su compromiso de fortalecer las acciones y mecanismos de coordinación entre los integrantes del sistema para avanzar en la fiscalización de los recursos públicos de los mexicanos”.

Comisiones, sistemas anticorrupción claman “al ladrón, al ladrón” desde el gobierno mismo incriminado. Su clamor garantiza desde ya la impunidad, la burla de funcionarios que desde el momento mismo de su nombramiento por el Presidente, fueron señalados por sus antecedentes y, sin embargo, a la fecha se mantienen al frente de las dependencias saqueadas.