Consumo privado, mal

 

Es un buen indicador del consumo familiar


El desempeño de una economía nacional debe medirse a nivel de la economía familiar, en función del bienestar de los miembros de las familias, mismo que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios con los que cuentan para satisfacer sus necesidades, gustos, deseos y caprichos, es decir, de su consumo.

Un buen indicador del consumo familiar es el llamado consumo privado, que consiste en las compras realizadas por los hogares, residentes en el país, de bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, excluyendo las compras de vivienda y objetos valiosos.

En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior) y desestacionalizados (eliminando los efectos de calendario y estacionales, lo cual hace posible una mejor comparación), en junio pasado el consumo privado creció 0.2 por ciento. ¿Mucho o poco? Comparemos con los dos años anteriores: junio 2016, crecimiento de 0.9 por ciento; junio 2015, crecimiento de 0.3 por ciento. En 2016 mayor crecimiento que 2015, bien. 2017 menor crecimiento que 2016, mal. ¿Qué pasó, con el comportamiento del consumo privado, a lo largo del primer semestre del año en curso? Enero, crecimiento de menos 0.9 por ciento; febrero, crecimiento de 0.1; marzo, crecimiento del menos 0.2; abril, crecimiento de 0.5; mayo, crecimiento de 0.6; junio, crecimiento de 0.2 puntos porcentuales. En junio el consumo privado creció menos que en mayo, mal.

Una última comparación, tal vez la que mejor nos muestra cómo vamos, en la economía mexicana, en materia del consumo de las familias. El crecimiento promedio mensual del consumo familiar durante el primer semestre de 2015 fue 0.47 por ciento. Un año después, entre enero y junio de 2016, resultó 0.28 por ciento. Transcurrido un año más, a lo largo del primer semestre de este 2017, el consumo familiar creció, en promedio mensual, 0.05 por ciento. ¿Qué tenemos? Dos años consecutivos con crecimiento del consumo familiar cada vez menor, consumo familiar que es la variable más importante para medir el desempeño de una economía.