El país tiene mala imagen y mala reputación: corrupción

 

La corrupción está muy incrustada en la cultura de México


La clase política en el país tuvo en sus manos la oportunidad de comenzar a trabajar en un Sistema Nacional Anticorrupción sólido. Sin embargo, los grupos antagónicos, los intereses personales y sobre todo la falta de la cultura de la transparencia evitó que el país avanzara hacia un modelo anticorrupción moderno y como muchas leyes quedan mochas.

La corrupción no sólo es exclusiva de México. Aunque destacan como países menos corruptos Dinamarca (90), Finlandia (90), Nueva Zelanda (90), Suecia (88) y Singapur (87). En América los mejores evaluados son: Canadá (84), Barbados (76), Estados Unidos (73), Chile (72) y Uruguay (72). Sin embargo, más de la mitad de los países están por debajo de la media. México se encuentra en la posición 105 con una puntuación de 34.

El país tiene mala imagen y mala reputación. La corrupción está muy incrustada en la cultura de México y se mantiene penetrante en todos los niveles de la sociedad, alimentada y atrincherada por el poder de los monopolios, los líderes de partidos y otras mafias. Se debe tomar en cuenta que la economía y la corrupción están íntimamente vinculados, fondos enormes que se desvían, nos impacta directamente en la economía, frustra, enfada, hay un hartazgo, ese es el gran problema.

Y es que lo analistas consideran que erradicar la corrupción no va a eliminar los problemas estructurales por los que atraviesa el país, pero sí va a generar los mecanismos que nos lleven en el largo plazo a tener un nivel de crecimiento económico mayor al observado actualmente. Además, la crisis económica de México no es una causa sino un efecto, la realidad es que en el país se vive una crisis de conducción, donde las instituciones ya no controlan la mitad de la economía mexicana y que cada día siguen perdiendo las riendas de la economía nacional. La obsolescencia de las instituciones se traslada a una crisis de administración pública.

Hasta el año pasado, se tenía conocimiento que la corrupción representó un lastre para el desarrollo de la economía. Esta práctica tiene un costo equivalente a 4 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), unos 740 mil millones de pesos.